Algo ha cambiado: fuerte embate político de Gutiérrez, en el contexto de la Salud

14 mayo, 2021
Algo ha cambiado: fuerte embate político de Gutiérrez, en el contexto de la Salud
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"Me voy a referir al conflicto en Salud", dijo, de improviso, Omar Gutiérrez. Fue la introducción a un discurso que, en el estilo de la gestión, resultó inédito, tal vez inaugural de un nuevo proceso político del gobierno del MPN. Un discurso que incursionó en la autocrítica ("sí, el gobierno cometió errores") pero que funcionó como herramienta de defensa hacia lo hecho, hacia la responsabilidad del MPN, y, tal vez fundamentalmente, en una dura acusación, con cierta elipsis, pero bastante directa aunque no lo haya nombrado, hacia el senador Oscar Parrilli, emblema del "cristinismo", allá, en Buenos Aires, y aquí, en Neuquén.

"No puede, un funcionario local, de un organismo nacional, atribuirse la potestad de resolver un problema provincial", dijo Gutiérrez. En el contexto de su discurso y del largo conflicto en Salud, se refería, sin duda, a la delegada regional del ministerio de Trabajo de la Nación, Asunción Miras Trabalón, quien había dispuesto una conciliación obligatoria después frenada por su propio jefe, Claudio Oscar Moroni. Trabalón había actuado con el respaldo, después explícito, de Oscar Parrilli.

En las sombras apenas iluminadas del patio de la Casa de Gobierno, Omar Gutiérrez sorprendió con el discurso montado sobre la conferencia de prensa para anunciar las restricciones de la semana por la segunda ola. Dijo que no había hablado, hasta ahora, porque había invertido el tiempo "en dialogar, en buscar en el consenso y en el acuerdo una solución" al conflicto de Salud. Y que desde el primer minuto, su gobierno había tratado de "bajar los niveles de confrontación, de violencia".

Pero, indudablemente, lo que sorprendió de Gutiérrez fue la fuerte carga de sinceridad. Poco frecuente en la política actual. Aceptó que el gobierno cometió errores en el conflicto. Dijo que la causa del conflicto fue legítima. Que no se pagaron aumentos el año pasado. Que eso realmente no se pudo hacer porque el Estado perdió 24 mil millones de pesos "que no se recuperarán". Aceptó que "no pudimos pagar salarios ni aguinaldo en tiempo y forma", pero que fue por esa causa. Y reconoció que "nos faltó abrir un espacio interdisciplinario para poder escuchar a quienes reclamaban esa cuestión legítima". Para poder escuchar a quienes, según describió, "no viven solo una pandemia, viven una tragedia".

Aceptó también el Gobernador que hubo otro error, en la incapacidad de comunicar claramente el alcance del acuerdo salarial que se había firmado con los gremios. Que era hasta junio. Y que después se abría otra discusión, otra paritaria. "Parte del sistema de Salud entendió que los habíamos aplaudido, pero que no les daba el reconocimiento que merecían. Y eso generó el reclamo legítimo", dijo Gutiérrez.

Fue en ese momento de sus reflexiones, ante periodistas que lo miraban y escuchaban con cierto pasmo por lo imprevisto de la situación, que Gutiérrez pasó de la defensa al ataque. "Arriba de ese reclamo legítimo, se montaron otros actores, con otra finalidad. Por eso hay que desagregar. Por eso hay que ratificar la convicción democrática, y que el fin no justifica los medios". Ahí fue donde descargó metralla retórica contra la funcionaria local del organismo nacional, y permitió la conexión con el senador Parrilli y con lo ocurrido en los "38 cortes de ruta".

Gutiérrez señaló que todos esos cortes fueron en localidades gobernadas por el MPN. Que se exceptuó de esas medidas a las (pocas) ciudades donde no gobierna el partido provincial. Ubicó todo en el plano electoral. Dejó en claro que no estaba de acuerdo en mezclar las cosas. Insistió con lo "desagregado". Preguntó si alguien quería preguntar algo. Dio las gracias antes el silencio recibido, se puso de pie, y terminó la conferencia de prensa más llamativa desde que oficia de gobernador de la Provincia.

Rubén Boggi

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