Neuquén pedirá permiso para endeudarse en 13.500 millones de pesos

26 abril, 2021
Neuquén pedirá permiso para endeudarse en 13.500 millones de pesos
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El gobierno de Omar Gutiérrez enviará este mismo lunes, por la tarde, un proyecto de ley de endeudamiento, para salir a buscar 13.500 millones de pesos que le permitan hacer frente a lo que ya se comprometió a hacer con los salarios estatales: aplicar un incremento que, según sus cuentas, llega a 53,1 por ciento este año.

La noticia, que este diario había anticipado, la confirmó el ministro de Economía, Guillermo Pons, al programa La Primera Mañana, que se emite por AM 550. El funcionario fue claro al respecto: es la suma que equivale, peso más, peso menos, al déficit del año pasado, que osciló en los 14 mil millones, producto de la caída de recursos que combinó el efecto de la pandemia y la crisis de precios en el petróleo, reduciendo ingresos por más de 20 mil millones de pesos.

Esta es la “salida política”, que se mencionó en notas anteriores. El Ejecutivo pone todo el peso de la recomposición salarial en manos del consenso político que necesariamente surgiría de la Legislatura. Los diputados, los mismos que incrementaron sus dietas por el aumento legislativo en 30 por ciento, se ven ahora ante el desafío de respaldar la iniciativa o aparecer como los que ponen un palo en la rueda de la eventual satisfacción de los trabajadores del Estado, empezando por los hospitalarios.

Un endeudamiento para pagar salarios no está en ninguno de los manuales que suelen consultar los economistas, cuando del Estado se trata. Pero es común en Argentina. No es la excepción: se ha hecho antes, se hace ahora, y, posiblemente, se haga en el futuro. Sobre todo, en Estados en los que la masa salarial llega al 70,80 y a veces a más del 90 por ciento de sus presupuestos anuales. Es parte del descalabro argentino, de la confusión que reina sobre el rol del Estado en la organización general de la economía.

Se dirá que es excepcional, y se lo justificará, como ya se lo ha hecho, en el derrumbe extraordinario que significó la pandemia de coronavirus, que, por otra parte, sigue vigente y posiblemente incida todavía durante este año. Pero, al mismo tiempo, desnuda una vez más lo que se hace cuando se llega a una situación de encrucijada económica: se apuesta a aumentar el gasto y financiarlo. Por eso este país tiene deuda crónica. Por eso difícilmente saldrá de ella alguna vez.

Rubén Boggi

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