Hay dificultades objetivas; pero el problema es político

16 abril, 2021
Hay dificultades objetivas; pero el problema es político
reunión mediación 1
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El largo y violento conflicto en el ámbito de los hospitales neuquinos, con extensiones a las rutas y repercusión negativa en el principal recurso económico de la provincia, Vaca Muerta, planta una larga serie de dificultades, todas atendibles, todas lógicas en un contexto que combina deficiencias estructurales con pandemia de coronavirus; pero esas dificultades no son el problema que traba todo. El problema, es político.

Así como a nivel nacional, el enfrentamiento entre el presidente, Alberto Fernández, su socio y a la vez comisario político, Axel Kicillof, y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, tiene como aparente motivo el mayor grado de apertura o cierre en función de la segunda ola (pero encierra, como motor en las sombras, el año electoral y la puja central del escenario, entre el neo-kirchnerismo y el neo-macrismo); en Neuquén, no se ha salido de la encerrona porque el conflicto sirvió para que jugaran los sectores una simulación de guerra, que, ahora, intentan todos frenar porque de la simulación se estaba pasando a la realidad bélica y cruenta.

La nueva convocatoria a mediación judicial formalizada por el fiscal general José Gerez, incluye a la vicepresidenta primera de la Legislatura, Marita Villone, y al vice segundo, Mariano Mansilla, para abrir una puerta a la salida política; es decir, a presentar la suficiente masa política de consenso como para que sea creíble, por un lado, y que se pueda negociar la propuesta factible de ser aceptada, por el otro, por el amplio espectro de los autoconvocados. El MPN, además, reforzó con dos de sus más experimentados negociadores de trinchera: Jorge Lara y Osvaldo Llancafilo.

Los autoconvocados terminaron sintetizando un escenario de eventual representación política por fuera del MPN, contra el poder político del MPN. Un Juego de Tronos que ahora llega a su fin, para evitar que se termine de activar el incendio, pues la movida ya ha sido probada y hecha. Probada sobre el áspero pavimento de la protesta extrema, y hecha con el acompañamiento progresivo y blanqueado de los sectores políticos que incentivaron la experiencia, sobre la base del colapso lento, gradual e incesante de un sistema público de salud con demasiados parches en su haber.

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