Corte y violencia... otra vez en Arroyito, otra vez en Semana Santa

Esta nota comienza a escribirse con los primeros datos de un enfrentamiento entre personas que estaban en el lugar de los cortes de ruta y gendarmes. Los incidentes son en Arroyito, un lugar, puede decirse, emblemático, desde que en la Semana Santa de 2007 fue herido de muerte allí el docente Carlos Fuentealba, y su nombre creció en la cultura del mito.

Ahora es otro rubro de los servicios del Estado el que protesta. Es un grupo que ha decidido no aceptar lo que los sindicatos tradicionales del sector aceptaron, 15 por ciento de incremento salarial. Su acción está promovida desde las sombras por la interna de ATE, que enfrenta a Julio Fuentes con Carlos Quintriqueo. Se aferraron a ese conflicto desde las agrupaciones de izquierda hasta otros sectores opositores al MPN, desde el kirchnerismo hasta la Democracia Cristiana de Jorge Sobisch.

Es mucha paradoja que esto ocurra nuevamente, en Semana Santa, en Arroyito. La repetición de metodologías reconoce distintas motivaciones, aunque siempre hay un elemento en común: la puja por la renta del Estado, que en Neuquén es muy alta, y de cuyo reparto, administrado por el gobernador de turno, depende la vida de miles de personas.

Faltan apenas tres días para que un nuevo aniversario de la muerte del maestro Fuentealba resuene en el ámbito político-social de la Argentina. No siempre hacer lo mismo supone el mismo resultado. Evidencia, eso sí, la decadencia de una sociedad que parece encerrada en un laberinto.

Rubén Boggi