Seguridad nacional sesiona en Neuquén: una oportunidad para recordar injusticias estructurales

Es obviamente importante la reunión, en Neuquén, del Consejo Federal de Seguridad, encuentro nacional que es presidido por la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic. Doblemente importante porque la seguridad -o mejor dicho, la ausencia de ella- pesa como una espada de Damocles casi permanente sobre las poblaciones patagónicas. En Neuquén, es un tema principal, y las respuestas que se dan desde el Estado no siempre son suficientes.

La seguridad, como la educación, como la salud, son temas básicos que hace tiempo, en este país, han sido provincializadas. No siempre fue así, y no es precisamente una muestra de federalismo, sino, más bien, del ahorro cruel con fuerza de ajuste que el Estado nacional comenzó con gobiernos militares, y después, fue perfeccionando con gobiernos democráticos. Los servicios quedaron en manos de las provincias; y éstas, solo recibieron una Ley de Coparticipación que quedó renga de entrada, y nunca se corrigió. Puede decirse, sin temor a equivocarse, que la seguridad, la educación y la salud quedaron sin financiamiento nacional, o, por lo menos, sin el financiamiento que correspondería.

Sería oportuno que, ante la presencia de la ministra Sabina Frederic, se le recordara una vez más este componente básico de una situación permanentemente remendada. Que se disfraza, todo el tiempo, con ayudas y coordinaciones superficiales. Que se esquiva en los discursos, y se maquilla en las políticas concretas. Tanto las que se plantean en cada distrito como las que se diseñan a nivel nacional por el gobierno de turno.