Las acusaciones políticas preceden a la investigación de la catástrofe

Hubo alrededor de 250 casas quemadas, destruidas. Recién el jueves se tuvo la certeza de que ha muerto gente: encontraron el cuerpo calcinado de un peón rural, su caballo, y dos perros. Los incendios -se dice que intencionales- en la Comarca Andina arrasaron poblaciones. Nunca antes había pasado esto, al menos no con esta magnitud y con estas consecuencias. La investigación de posibles responsabilidades criminales ya se inició, pero las acusaciones políticas fueron lanzadas antes de comprobar nada.

Dos legisladores de la región iniciaron la condena sin juicio previo. No se sabe si tienen pruebas -deberían ir a la justicia, en ese caso- pero se apuraron a responsabilizar por el fuego y sus consecuencias a grupos mapuches, o vinculados a la causa mapuche, si es que esta existe linealmente como tal. Uno es el actual senador y ex gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. El otro, es el diputado nacional por Neuquén, Francisco Sánchez.

El rionegrino vinculó el origen de los incendios con gente vinculada a lo que fue la ocupación en El Foyel. Esa toma de tierras privadas fue realizada por miembros de una comunidad mapuche. El lugar fue desalojado sin violencia, el año pasado. El neuquino Sánchez, amigo de las acusaciones fuertes, dijo directamente que la responsabilidad debe atribuirse a los “seudo-mapuches” de la Patagonia, que, en realidad, a su juicio, son “terroristas”.