Balances contables de AESA reviven vieja disputa del gremio petrolero

Los detalles del balance que la empresa de servicios Astra Evangelista (AESA) presentó ante la Bolsa de Valores de Buenos Aires se convirtieron en un nuevo motivo de peso en la discusión que empresarios y sindicalistas locales llevan adelante en defensa de la salud de las economías regionales.
Según lo publicitado desde la bolsa de valores la empresa, uno de los resortes prestadores de servicios principales de YPF, en los últimos dos años arrojó pérdidas importantes.
De no haber sido por el sistemático acompañamiento crediticio de la petrolera de bandera nacional el quebranto hubiera sido inevitable.
De acuerdo a lo informado por AESA a la Bolsa de Valores de Buenos Aires y las conclusiones a las que arribaron distintos especialistas los resultados negativos de sus balances arrastran más de tres años.
Tan solo en los periodos 2019 y 2020, hasta setiembre, los préstamos extendidos por YPF ascendieron a los 8.700 millones de pesos.
La cifra no es menor y es de la que se agarran los operadores neuquinos para profundizar sus denuncias contra AESA a quien ubican practicando dumping contra empresas locales que brindan los mismos servicios, algunas hoy fuera de carrera.
La situación de AESA quema y de ello dan cuenta las especulaciones que se abrieron a raíz de la renuncia de Guillermo Nielsen a la presidencia de YPF y la asunción, en su reemplazo, del santacruceño K, Pablo González.
De origen “nestorista”, formado en las lides “cristinistas” el actual legislador nacional por Santa Cruz llega a YPF con la misión de potenciar Vaca Muerta y profundizar el modelo de la petrolera como motorizadora de las economías regionales.
El informe sobre AESA ya está sobre la mesa y junto con él la posición de los jugadores principales de Vaca Muerta.
González también tiene consigo una radiografía similar de lo que sucede en Chubut, Santa Cruz y Mendoza. El lamento es el mismo. Las cifras, mucho menor.
En la región los primeros que denunciaron a AESA por deslealtad empresaria fueron los representantes del sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa. Guillermo Pereyra y Marcelo Rucci.
Corría el año 2017 y los caciques sindicales ya hacían foco en cómo los beneficios que YPF le otorgaba a AESA dejaban fuera de competencia a las PYMES locales.
En declaraciones a AM 550 La Primera, hace algunas semanas atrás, Rucci renovó sus críticas hacia esa modalidad. “En aquel momento, hace tres años atrás, creíamos que la forma de operar era producto del esquema de gobierno de Mauricio Macri. Hoy se sigue con lo mismo y es un gobierno, entendemos, diferente”.
Para Rucci “la modalidad aún vigente está relacionada con intereses que conviven desde hace muchos años”.
“Sabemos que hay gente con buenas intenciones que quieren revertir este mal, pero hace falta voluntad política”, indicó.
“Hay sectores y personas que, a lo largo de estos últimos años, se enriquecieron a instancias de YPF y hoy estamos pagando las consecuencias”, señaló.
“Nuestro gremio no está en contra de YPF, al contrario actuamos y denunciamos estas situaciones porque sabemos que es el principal mal que está sufriendo nuestra petrolera”, agregó.
“Sabemos de las buenas intenciones de las nuevas autoridades y de otros nuevos colaboradores y colaboradoras que se sumarán en breve. Creemos que estamos ante un momento histórico para recuperar definitivamente a YPF”, señaló.
“Queremos lo mejor para nuestra compañía petrolera y también exigimos que se trate a las PYMES de nuestra provincia de la misma manera que al resto. Sin ventajas de ningún tipo. Confiamos en el potencial de nuestros compañeros trabajadores y de la calidad de los servicios que brindan”, agregó.
“En Vaca Muerta vienen tiempos de recuperación y de la mano de las empresas locales también debe ser la consolidación de nuestra economía local. Depende de nosotros y también del compromiso y acciones de nuestras autoridades provinciales”, concluyó.