El Truptu, la actualidad de Belgrano en Neuquén

2 junio, 2020
El Truptu, la actualidad de Belgrano en Neuquén
Belgrano
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Felipe Sapag, Jorge Sobisch y Jorge Sapag, fueron, quizás sin saberlo y sin proponérselo, continuadores de una de las tantas utopías de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano.

Esta aseveración es posible deducirla luego de adentrarse en el minucioso trabajo sobre la vida y obra del prócer que produjo la reconocida historiadora doña Cristina Minutolo de Orsi en la investigación que tituló como: “Belgrano y sus dos utopías: China y el país del Truptu (Patagonia).

¿Qué era, para Manuel Belgrano en las postrimerías del año 1700, el País del Truptu?

Las apreciaciones de geógrafos y cartógrafos le permiten a Belgrano visualizar su gran utopía, lejana pero real: el país del Truptu en la Patagonia.

Una utopía que geográficamente se ubicaba en la zona limítrofe con Chile que se extendía-según exploradores de la época - desde el sur de Mendoza hasta el Neuquén y de este al Rio Negro, alcanzando el río Colorado y también la actual región del Nahuel Huapi.

Esos exploradores buscaban afanosamente descubrir un camino libre de nieve que uniría la ciudad de Talca (Chile) con Buenos Aires.

Manuel Belgrano, lejos aún de alcanzar la gloria como político y militar, se desempeñaba en el cargo de Secretario del Consulado Español en Buenos Aires nombrado por el Rey de España.

Durante su estadía en Europa, principalmente en España, vivenció el intercambio comercial y cultural con China y el lejano Oriente y ello –según lo expresado por Cristina Minutolo, le permiten a Belgrano, soñar con una utopía modelo al tener noticias del enorme desarrollo y de la contracción al trabajo de sus habitantes”.

Agrega la historiadora en parte de su meduloso trabajo que: “Europa y en especial el mundo hispano sintiéronse inclinados al misterio de Oriente y al mundo chino que constituyó en un momento determinado toda una moda. Lo invadió todo, sedas, lacas, marfiles, té, porcelanas pasarían a ser parte de los objetos cotidianos del hombre occidental.

En oportunidad de encontrase en el Consulado uno de los más conspicuos geógrafos que buscaban el camino libre de nieve en la cordillera acompañado por caciques y gente que traían relación e información del posible paso, los originarios relataron las novedades para pasar sin impedimento la Cordillera de los Andes a Talca. En el momento hicieron referencia a un portezuelo pequeño, y que en ella había abundancia de pasto, aguada, leña y no ofrecían peligro para los españoles.

Belgrano logra así obtener mayores informaciones sobre el país del Truptu y toma conocimiento de las Abras que tenía la Cordillera reconocidas como Valle Hermoso, Alico (Actual Ailinco), Antuco, Villucura  (Villarrica), Santa Barbara , Lonquinay (hoy Lonquimay)  por donde habían  pasado para atravesar la tierra y la zona del (Volcan) Llaima. 

Cristina Minutolo destaca en su investigación que: Belgrano se ocupó de las distintas regiones del interior del país y del litoral, pero soñaba con el país del Truptu, en el sur patagónico, cuyas maravillas los indios relataban con enorme precisión resultando de ello un verdadero paraíso terrenal.

En definitiva, el prócer tenía la absoluta seguridad y por eso abogaba, que por el país del Truptu, se llegaba con mayor facilidad al misterioso Oriente, pero fundamentalmente a la potente China.

Lejos en el tiempo, con otras urgencias y con otras motivaciones, aunque con sueños como el que en el fondo fungió Belgrano, Felipe Sapag en su discurso al asumir el Gobierno de la Provincia del Neuquén en el año 1963 expreso: Tenemos que afirmar la confraternidad centenaria entre chilenos y argentinos, estableciendo un intercambio fructífero de corrientes turísticas e incrementando las relaciones comerciales para mutuo provecho”.“Muy ventajosas posibilidades traería la exportación de ganado, cereales y frutas del valle, que pueden embarcarse desde los puertos de Concepción y Talcahuano, a otros países de la cuenca del Pacifico, incluido el Japón”.

Por su parte Jorge Sobisch bregó incansablemente entre otras cosas para lograr la apertura de un puerto exclusivo para Neuquén en la zona de Valdivia.

Jorge Sapag en su gobierno realizó ingentes esfuerzos para estrechar lazos con la hermana Republica teniendo como fin allanar el camino para el comercio con el lejano oriente.

El País del Truptu, un sueño de Belgrano tuvo, sin duda, con líderes neuquinos, una nueva vigencia, y de esa manera, quizás sin quererlo, continuaron la utopía Belgraniana.

(Truptu: concepto mapuche que significaría arrojar, tirar. Posiblemente según estudiosos de la lengua el hecho de arrojar piedras u otros elementos como defensa.

Héctor Enrique Castillo

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