Quemaron un kiosco narco en el barrio Islas Malvinas
Especial por Marcelo Castro. La precaria casilla del barrio Islas Malvinas en la que el sábado pasado ocurrió un asesinato, funcionaba como un kiosco narco y los vecinos la quemaron este lunes pasada la medianoche. No estaban sus ocupantes, pero quedaron vestigios de lo que fue un sistema de monitoreo instalado para controlar la llegada de los clientes. La pareja que la habitaba se habría mudado a un barrio cercano.
La madrugada del sábado pasado, Cristian Henríquez, de 29 años, murió de un balazo en el cráneo en momentos en que la pareja que habitaba la casilla de calle Batilana intentó dispersar a los vecinos que, al grito de “que se vayan los narcos”, la estaban apedreando. La víctima se encontraba en un banco en el patio de la vivienda y el disparo –todo indica- no provino de los atacantes, sino del arma de su amigo, de 33 años, “por error”. Henriquez murió con una tumbera entre sus manos, y así lo encontró la policía cuando llegó. No vivía allí, sino que estaba alojado temporalmente.
El arma utilizada –un revólver calibre 38- fue encontrado tirado en el patio de una vivienda vecina. Los primeros testimonios que tomó la fiscal María Eugenia Titanti en el lugar, fueron de la pareja que vivía en la casilla, quienes señalaron no saber por qué los acusaban de vender drogas en el barrio.
Minutos después de ese hecho se allanó la vivienda pero no se encontraron indicios de drogas, informó el director de Delitos de la Policía, comisario Néstor Castillo. Al parecer los moradores la abandonaron y, de acuerdo con las sospechas policiales, se habrían mudado a una casa del barrio 252 Viviendas.
Incendio
Fue entonces que en los primeros minutos de este martes –Castillo dijo que a las doce y media fue llamada la Policía y bomberos-, la casilla narco quedó consumida por las llamas. “No caben dudas que fue intencional” señaló Castillo a mejorinformado.com, pero la última palabra la tendrán los peritos de bomberos.
El funcionario reveló que la destrucción del sitio fue total, pero que se pudieron advertir restos chamuscados de lo que fue un sistema de monitoreo y control, con el que los ocupantes mantenían vigilado el sector y, en especial, a quienes se acercaban como “clientes”.
El siniestro fue controlado por los bomberos y las llamas no se propagaron a viviendas vecinas ni provocaron lesionados, pese a que en un momento ocurrió la explosión de una garrafa, según lo registró un video casero.
