El veranito político de Mariano Gaido

Hacía mucho tiempo que se no se veía un verano tan
protagonista de la política, como el vivido en este 2020 en la capital neuquina,
con una altísima exposición del intendente Mariano Gaido. El hombre del MPN
empezó la gestión con una obsesión clara: crear las condiciones para acceder
a un segundo período. Este objetivo estrictamente político y partidario, se
nota en el empeño. Gaido no lo exhibe ni lo recalca, pero se trasunta en sus
acciones, su intensidad, se percibe como plan motivador esa proyección a
largo plazo, que no siempre existe en los hombres y mujeres que hacen política.

Se podrá decir que, para un intendente, sea de donde sea,
esa proyección política está desubicada en los primeros días de una primera gestión.
Pero quien lo vea de esta manera posiblemente no esté empapado del singular
mundo del MPN, su enfoque de la política; de la importancia que tiene el
convencimiento y el programa a largo plazo dentro de un partido que no conoce
otra cosa más que el ejercicio concreto de gobernar. Quien no posea esa ambición
de completar el doble mandato que tácitamente otorga la organización constitucional
argentina, posiblemente, no consiga el empuje suficiente, para llenar de
cosas positivas su gestión desde el principio: mucho más en el MPN, un
partido que se permite una diversidad ideológica, cabalgando en el pragmatismo
permanente, como no hay otro partido político en la Argentina, reconocido
esto por analistas y observadores del mundo entero.

Gaido ha conseguido en menos de dos meses darle un perfil
definido a su gobierno, al menos, desde lo que se ve de la política, es decir,
desde el punto de vista de la imagen. Ese perfil es el del trabajo intenso,
la distribución generosa de recursos, y la amplitud suficiente como para hacer
propias políticas que otros -el antecesor de imagen poderosa, Horacio Quiroga- habían
delineado, aunque sometiendo esas políticas al enfoque singular del MPN.

El Intendente, por ejemplo, se subió este sábado a un bote,
y, con comitiva periodística incluida, navegó el río Limay desde el
balneario Sandra Canale hasta la confluencia con el Neuquén. Dio un ejemplo
concreto de la importancia que se le asigna desde la gestión a los ríos, y, a
la vez, fortaleció la noción de ciudad de cara a los cauces de agua que
consolidó el anterior Intendente. Esto supone la continuidad de las obras
del Paseo Costero, que no cesarán hasta unir por tierra, precisamente, ese
recorrido que la naturaleza hace ancestralmente. También supone un respeto
por sostener a los ríos lejos de la contaminación preocupante, que ya los
alcanzó: esto, fundamentalmente, tiene que ver con lo que se hará con el
tratamiento de las aguas servidas.

El viernes 31, Gaido firmó con Gutiérrez el contrato de
concesión del servicio de agua y saneamiento con el EPAS. En la proyección
política que se hace para las inversiones futuras, está la idea de llevar la
tecnología de tratamiento de desechos cloacales a la noción de “vertido cero”.
Este concepto, que tomó fuerza después del desastre contaminante que se
evidenció en los balnearios capitalinos por primera vez hace unos años, de la
mano del efecto persistente de una larga sequía, consiste básicamente en no
arrojar líquidos tratados a ríos o lagos, sino aprovecharlos de otra manera en
tierra firme. ¿Es posible hacer esto? Sí, desde el punto de vista de la
ingeniería, lo que, definitivamente, lo hace viable. Solo es necesario
planificación e inversión. Es muy bueno que el actual gobierno piense en
esas soluciones futuras.

El 15 de febrero es la fecha en que se inauguran las
sesiones ordinarias del Deliberante, y, a la vez, el momento para el primer
discurso de gestión concreta de Mariano Gaido. La idea política del Intendente
-y del MPN- es apostar muy fuerte a esa ocasión, mostrando un abanico de
anuncios concretos y una intensa proyección de obras e inversiones desde el
Estado. En esa línea comenzó Gaido su gobierno, y es el momento de hacer
repercutir la línea política en ese ámbito multiplicador de la política que es
el Concejo. El gran tema para el intendente será la claridad en el manejo de
las cuentas públicas: es evidente que ya tomó medidas que distribuyen la
inversión presupuestaria de una manera distinta a lo que se venía haciendo. Por
ejemplo, el boleto estudiantil totalmente gratis para los usuarios, es
una medida de incremento del gasto a través del subsidio. También lo es la
definición de que los empleados municipales no entregarán los primeros aumentos
salariales a la caja de jubilaciones. Haber instalado un gran escenario en
el microcentro y dejarlo armado con espectáculos durante todo el verano, es,
además de la confesión de mantener explícito el protagonismo, también un
gasto superior al que tradicionalmente se hacía. Estos temas serán motivos
de confrontación con la oposición, que es en buena parte el remanente del
anterior oficialismo. Al mismo tiempo, están ahí por decisión propia, pues
el MPN sabe elegir los temas para confrontar, y jamás los deja a la libre
elección de los opositores.

Así, el MPN espera un comienzo de año político a toda
orquesta, en medio de un contexto nacional renovado y lleno de expectativas,
tanto como de dudas. El 15 será el turno de Mariano Gaido, y el 1 de marzo,
el de Omar Gutiérrez. Cada uno en su nivel de ejercicio político, protagonizarán
hechos políticos de fuerte relevancia, subidos a pleno a la ola imparable
que, pese a los vaivenes argentinos e internacionales, se mueve desde esa
formación geológica llamada Vaca Muerta.

Rubén Boggi