Un boquete directo al estómago vacío de 570 personas

25 noviembre, 2019
Un boquete directo al estómago vacío de 570 personas
comedor quimey
comedor quimey

Alicia Fuentealba está dolida, y enojada, y, tal vez, desamparada y un poco impotente. El
viernes, o el sábado, no sabe bien, robaron
toda la comida que había para preparar este lunes
en el comedor donde
trabaja. Es el comedor familiar Quimey, en el barrio San Lorenzo, de la capital
neuquina. Allí comen unas 570 personas
todos los días.

Hoy la gente no podrá comer, dice Alicia. Se llevaron, los
chorros, 107 kilos de arroz y pollo. Era la comida para este lunes, que se deja
cortadita y preparada para meter en seis ollas, temprano, y tener todo listo
para las 11 de la mañana. Pero no este
lunes
. Pagan los platos rotos esas familias que no tienen para llevar un
pedazo de pan a su casa, dice Alicia. Sabemos
quiénes son los que roban
, dice. Lo que no se sabe es por qué pueden
hacerlo. Con un boquete. Un boquete en procura
de comida. Una muestra patética de miserabilidad delictiva.

Allí está el boquete, a ras del piso. Por allí entraron, y
después abrieron las puertas desde adentro, y se llevaron la comida, y otras
cosas, por ejemplo, una computadora. No
sabemos por qué no estaba el guardia, dice Alicia, compungida
. El guardia
es policía, ya que el servicio lo presta personal de la comisaría 16. Pero
bueno, no estaba. Si hubiera estado, ese
robo no podría haberse producido. Y 570 personas podrían haber comido este
lunes.

Ahora estamos en la dulce espera. Hoy decidimos cerrar, no cocinar. Esperamos la mercadería, que nos
envía el Ministerio de Acción Social, dice Alicia. No sé, ya robaron como cinco
veces acá. Yo sé muy bien quiénes son, qué es lo que pasa. Pero no podemos hacer nada. Mañana volveremos a la normalidad, dice
Alicia.

Alrededor, el mundo sigue su rutina. Se habla de las petroleras, de los millones que puede dar o no Vaca
Muerta. De si hay suspensiones o no, de si el próximo gobierno hará las cosas
bien
. En el comedor Quimey, esto se ve como si fuera una película. Algo que se proyecta en una gran sala a la
que solo están invitados, y de la que no participan.

Por unos ladrones, 570 personas no comieron este lunes. Sencillo. Terrible. Pero cierto.

Rubén Boggi

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