Ojalá que Vaca Muerta no se olvide de Mabel

17 noviembre, 2019
Ojalá que Vaca Muerta no se olvide de Mabel
gutierrez-chivito
gutierrez-chivito

Mabel vive en San Patricio del Chañar y necesita un
tratamiento con un kinesiólogo. En el hospital había una sola profesional del
rubro, y entró de licencia por maternidad. El reemplazante se enfermó. No hubo
reemplazo. Mabel dice, con un criterio bastante atendible, que ella necesita
un kinesiólogo y que no lo puede pagar en la medicina privada
. Mabel es
sola una de las vecinas/os que clama por soluciones para el hospital público,
en la provincia de los millones de dólares de Vaca Muerta y afines, la
provincia con el mayor presupuesto per cápita que se conozca, la provincia que
derrama toneladas de recursos sobre la salud pública, pero que no consigue
tener hospitales de planteles completos
.

Entre Mabel y el ministro de Economía de la provincia,
Norberto Bruno, no hay contacto (¿quién tiene contacto con el ministro de
Economía en Neuquén?). En esa imaginaria línea que une a una ciudadana común
y corriente con un funcionario común y corriente, hay tanta interferencia,
tanta burocracia estatal, y tanto humo vendido
, que la suerte de los
ciudadanos parece atada al azar del Instituto de Juegos más que a los órganos
de gobierno propiamente dichos, que deberían interesarse en la vida de todos
y cada uno de los ciudadanos neuquinos
. Entre los pozos horizontales de
Vaca Muerta, y la cama en la que yace cada doliente hospitalario, parece no
haber conexión alguna
. Ese petróleo, ese gas albergado en la densidad millonaria
en años de la roca madre, tiene más conexión con las clínicas del sindicato
petrolero que con el sistema de salud público
. Los hidrocarburos, entre alzas
y bajas producidas por las decisiones políticas nacionales, derraman como el
bombero loco de los carnavales, sin ton ni son, casi siempre para el patrón.

El gobierno neuquino, el gobierno de Omar Gutiérrez,
administra estos recursos, a su modo, que es un poco decir, al modo del MPN,
pues hay cosas, modalidades, costumbres ancestrales, metodologías, que le pertenecen
a una filosofía de gobierno, que están en el ADN emepenista, y que, si bien se
hacen intentos, nadie, en la historia, ha podido cambiar sustancialmente. Si
esto está bien o no, no le corresponde a este periodista decirlo.

podemos afirmar que, en el crecimiento incesante de la población provincial,
con flujo inmigrante en ascenso, cada vez son más los que se quedan por
fuera del paraguas protector asociado a Vaca Muerta, y cada vez más, al mismo
tiempo, los beneficiados por el privilegio de la pertenencia.

Mabel, por ahora, sigue estando afuera. A tal punto, que
ella, y otros vecinos, acudieron al Defensor del Pueblo, que es de la capital,
pero como en la provincia no se nombra a nadie (en contra de la ley consagrada al
respecto) oficia en toda jurisdicción en la que se le convoque para intentar
arreglar algún entuerto
. El defensor, Ricardo Riva, confía en las
soluciones que vienen del uso de las palabras, del intercambio inteligente. En
el caso del hospital de El Chañar, mediará, acercará, hará de puente en esas
palabras que se cruzan entre vecinos, funcionarios, sindicalistas, y una troupe
incesante de gente que mastica el caldo estatal con fruición y mira con cierto
desprecio a quienes no tienen el carné de empleado.

Mientras se busca un kinesiólogo para el hospital de San
Patricio del Chañar, o enfermeros para el hospital de Plottier, o una empresa
que se digne a tapar el horrendo agujero que la estupidez ingenieril hizo en el
complejo de acceso del tercer puente a la Autovía Norte, u otra que termine de
hacer el puente en La Rinconada antes de que el actual se venga abajo, o que
se hagan los gasoductos que permitan seguir sacando gas de Vaca Muerta y dejar
de depender de los locos avatares bolivianos
, o que se traiga el tren de
una vez por todas pese a la creciente influencia del lobby del retornado a la
escena del poder, Hugo Moyano, mientras algunas de estas cosas chicas y grandes
se hace o se empieza a hacer, es importante tener en cuenta a Mabel,
además de pensar en la transición, en el gobierno de Alberto que se viene, en
quién conducirá Energía y quién YPF, tener en cuenta a Mabel, es decir, tener
en cuenta a ella y a miles de ciudadanos que parecen que votan al cuete,
pues no hay representación política que los represente en la realidad concreta,
que satisfaga sus mínimas necesidades, que se acuerde, en fin, de que hay que
gobernar no solo para la fruición de los chivitos de noviembre y la ordalía de
las celebraciones
, sino también, y fundamentalmente, para que cese un poco
el sufrimiento, para que Vaca Muerta comience a significar algo concreto,
algo medible, algo satisfactorio.

Rubén Boggi

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