La pelea del año es la de Quiroga y Pereyra

Los números definitivos del escrutinio provisorio en Neuquén indican una posibilidad que está en el MPN aprovechar o desperdiciar: la banca en el Senado, para la que trabaja Guillermo Pereyra, no está tan lejos; y en el partido provincial ya comenzaron a trabajar para vencer al adversario que se opone en ese camino, el radical intendente capitalino, Horacio Quiroga.

El cómputo del 99,01 por ciento de las mesas es muy claro al respecto, e indiscutible. Muestra que el peronista kirchnerista Oscar Parrilli consiguió 132.112 votos, el 34,88 por ciento, y se despegó lo suficiente como para no poner en riesgo la obtención de las dos bancas que le corresponderán a la mayoría: una para Parrilli, la otra para Silvia Sapag.

El segundo, Horacio Quiroga, consiguió el respaldo de 90.598 votos, el 23,92 por ciento del total. El MPN, con Guillermo Pereyra, se ubicó a solo 13.312 votos de distancia, con 77.286 voluntades respaldándolo, el 20,40 por ciento. Esos poco más de 3 puntos porcentuales de diferencia, confían en el MPN, se podrían licuar y superar positivamente, si se trabaja sobre los 51.876 votos que quedaron fuera del conteo positivo, por ser encuadrados como votos en blanco o nulos.

La mayoría de ese universo de votos es atribuido a imperfecciones en el uso de la “boleta corta”. Esto lo admitió el propio Pereyra. La estrategia será, pues, buscar sumar más que restarle al adversario. Y en ese cometido, si lo trabaja bien, el MPN podría conseguir un mejor resultado, ganar la banca, y desplazar a Quiroga.

Obviamente, esto lo saben en el bunker quiroguista, en donde se trabajará para que no ocurra. Allí, también, el propósito es sumar, para aferrarse a la banca.

En esta particular disputa entre segundo y tercero, podrá influenciar el resultado, previo, de las elecciones capitalinas. Porque esa pelea enfrenta al MPN con el quiroguismo-bermudismo. Quien gane, se sentirá más seguro de sumar en octubre.

Rubén Boggi