Las tormentas de Bermúdez y los afanes de Gaido

12 julio, 2019
Las tormentas de Bermúdez y los afanes de Gaido
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Aunque el primer acto electoral de aquí a fin de año será en agosto con las PASO, la obsesión por septiembre y los comicios capitalinos sigue en aumento, con una dinámica del escenario que tal vez nadie hubiera podido imaginar. A la colección de colectoras del MPN con su frente amplio alineado con Mariano Gaido, se le opuso la incorporación, crisis mediante –que todavía dura- de Libres del Sur a la coalición que lidera Marcelo Bermúdez.

Así como la exhibición de acuerdos varios no le garantiza más votos que los que ya podía tener a Gaido, está en duda de si Bermúdez ganará más votos, con la incorporación del triángulo más eficiente de la política de las minorías neuquinas, que han sabido conducir Jesús Escobar, Mercedes Lamarca, y ahora Cecilia Maletti.

Por lo pronto, es casi obvio el acotado terremoto que ha causado esta asociación. Tiene fundamentos: anticipa que, en caso de un triunfo, conocerá la dura estepa del exilio del poder nada menos que Yenny Fonfach, la mujer firmemente leal al intendente Horacio Quiroga, que ha manejado la política social del Municipio en estos años. Precisamente, esa política es la que Bermúdez quiere cambiar, y por eso piensa en Lamarca para ocupar ese rol, por supuesto que con otras metodologías, enfocando la zona más caliente de la pobreza y la marginalidad capitalina.

Bermúdez no parece preocupado en estas horas, tal vez porque está seguro que, en el fondo, nada cambiará en lo inmediato. El pronóstico meteorológico de la política municipal estima que habrá tormentas en Barrios de Pie, en el radicalismo, y en Nuevo Compromiso Neuquino. Chaparrones, tal vez alguna nevisca. Acotado a gente con nombre y apellido. Y que esas tormentas no durarán de aquí a septiembre, porque, entre otras cosas, está agosto en el medio, y en esas elecciones la necesidad y la obligación es de Horacio Quiroga, fundamentalmente. ¿Qué ganaría el macrismo neuquino con una crisis fuerte, que pusiera en riesgo el desempeño en esas elecciones, tan importantes no por lo que dirimen (nada), sino por lo que pueden anticipar?

Hay que tener en cuenta que todo ocurre en un contexto de fuerte paridad en las intenciones de voto. Gaido y Bermúdez están despegados del resto de los competidores, pero no hay diferencias entre ellos lo suficientemente fuertes como para que alguien se sienta tentado a dormir sobre laureles todavía no obtenidos.

La tormenta que se desató entre los componentes de la coalición que lleva a Bermúdez de candidato, no es tanto por lo electoral propiamente dicho, sino por lo que dice la alianza con Lamarca a futuro, a la gestión que vendría en caso de una victoria. Las contradicciones entre lo que se quiere de un lado y se quiere del otro, fueron lo suficientemente potentes como para hacer ruido. ¿Beneficia este ruido a Gaido? En estos días, sería tonto decir que no. Lo que hay que estimar, más seriamente, es si el escenario se mantendrá con tormentas el tiempo suficiente para significar pérdidas de votos.

Conviene, mientras tanto, ser prudentes en las evaluaciones. Lo lógico, posiblemente, sea medir el impacto en la gente de las intrigas palaciegas de la política. Allí tal vez se descubra la mínima importancia que el pueblo les confiere, siempre ocupado en otros menesteres más urgentes. En ese contexto, Mariano Gaido triunfará más por su condición de pertenecer al MPN que por lo que puedan aportarle otros. Y Bermúdez tendrá más éxito, en la medida que sea capaz de representar cabalmente una continuidad de un oficialismo relativamente exitoso, más que por buscar innovar antes de la hora de las urnas.

Rubén Boggi

 

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