La disconformidad escolar crece; ahora con el Día de la Bandera

La agitación paternal comenzó en la escuela 154, de la capital neuquina. Los padres comenzaron a reunirse por no estar de acuerdo con diversas iniciativas plasmadas por la dirección de la escuela. Y cobró más importancia cuando se supo que este año, para el Día de la Bandera, no se prometería la enseña nacional, sino que, en su lugar, se protagonizaría un acto “multinacional” con diversas banderas, teniendo en cuenta que hay alumnos venidos de otros países.

El agite fue creciendo, y llegó este jueves al Consejo Provincial de Educación (CPE). Se sumaron muchos padres de alumnos de otras escuelas, también. Unidos por un pensamiento que sigue teniendo fuerza, aunque no necesariamente indica que hay una mayoría allí: la resistencia a políticas pedagógicas que no tienen, evidentemente, el suficiente consenso. La “ideología de género” –así denominada por estos disconformes- es un punto, que se necesita consensuar, no imponer. El tema del no a la promesa de la bandera, y su cambio por otra ceremonia, necesitaba, evidentemente, también de un mayor consenso.

Los padres fueron atendidos por asesores de los vocales del CPE. Fue, ciertamente, un “ninguneo” hacia un grupo cuyas posiciones no son compartidas por el establishment actual. No las comparte la conducción política del ministerio de Educación, y tampoco los sindicatos, que cogobiernan en el CPE. Pero estas cosas, la manera en que se atienden las discrepancias, son las que marcan la diferencia entre democracia y autoritarismo. No pueden desdeñarse livianamente.

Los padres dijeron que no rechazaban la nueva ceremonia de inclusión multinacional, pero que no era el Día de la Bandera, de nuestra bandera, el momento indicado para hacer esto. Quedan pocos días, y no se sabe si habrá una respuesta institucional a esta inquietud.