La aprobación de adentro contrastó con las puteadas de afuera
El contraste del año electoral se vivió a pleno en Neuquén este día miércoles 12 de junio, cuando la fórmula que representará al oficialismo –Mauricio Macri-Miguel Pichetto- fue rodeada de calidez aprobatoria en el pre-coloquio de IDEA, dentro de los muros del Casino Magic, tanto como fue vilipendiada y execrada desde afuera, donde una movilización liderada por ATE, que convocó al kirchnerismo y organizaciones de izquierda, no llegó más cerca solo porque la extrema seguridad que rodeó al Presidente lo impidió.
La buena onda de los CEO’s petroleros y demás empresarios y políticos que se dieron cita en el pre-coloquio organizado para hablar de Vaca Muerta contrastó así con el repudio de quienes casualmente revistarán, de seguro, en la fórmula opositora principal, la de Alberto Fernández-Cristina Kirchner. Sin pretender anunciar un voto “cantado” de la industria petrolera para la continuidad macrista, sí puede afirmarse que fue muy notoria y explícita la aprobación general registrada en el Casino, en una ocasión muy especial dada las circunstancias políticas.
Macri se explayó en ese ambiente a sus anchas. Se mostró seguro de sí, y hasta renovado, seguramente por el incentivo de la fuerte reacción positiva de los mercados tras el anuncio de su fórmula con Pichetto. Reafirmó el no a la “vuelta al pasado”, habló de cumplir compromisos tanto para el capital como para el trabajo, y machacó con el crecimiento y el desarrollo de Vaca Muerta, a la que identificó como una “base” para la economía argentina.
En ese contexto, aseguró que "pasada la incertidumbre política" el país va a "entrar" en un "proceso de desarrollo único".
“Hay que lograr acuerdos entre todos, especialmente en el Congreso", sentenció el Presidente.
Afuera del recinto, tras las vallas, en los alrededores del Casino, el líder de la CTA y ATE de Neuquén, confeso kirchnerista e impulsor de la fórmula Fernández-Fernández en la provincia, Carlos Quintriqueo, sentenció todo lo contrario: dijo que en el Casino se estaba “timbeando” el destino de los recursos neuquinos. Y desató un vendaval de calificativos –ninguno de ellos favorable- contra Macri y la política de su Gobierno.
