Cruje Vaca Muerta: comenzó la operación Dormitorio Vacío
Una operación trabajada entre sombras de la política neuquina se puso en marcha este miércoles apenas las luces del día abandonaron los yacimientos de Vaca Muerta. Los operarios que pernoctaban en los cuestionados alojamientos al pie de los pozos, los dejaron vacíos. La directiva, no anunciada oficialmente, fue vaciar esos pernoctes, y retornar a base. En idioma llano, los trabajadores no dormirán en el lugar en el que trabajan, sino en hoteles o viviendas propias, a kilómetros de esa zona de trabajo intenso.
La medida de fuerza, amparada en un acuerdo o pacto entre los dueños del poder político provincial y el poderoso sindicato petrolero que conduce el senador Guillermo Pereyra, fue puesta en marcha tras la decisión de enfrentar a las operadoras y el régimen laboral vigente que había sido consagrado con aval del propio gremialismo. Implicará, en los hechos concretos, un aumento en los delicados costos del fracking en Vaca Muerta.
La “operación dormitorio vacío” fue puesta en marcha sin anuncios oficiales previos. Pero se sabe que la estrategia fue decidida con conocimiento de todas las partes. Integra una serie de medidas que comenzaron con la atropellada sindical para proclamar que sería el propio gremio el que fiscalizara las medidas de seguridad y control en yacimientos, a horas de que murieran dos operarios en Fortín de Piedra, el rico yacimiento de gas que explota Tecpetrol, actualmente en litigio por el dinero perdido tras la reinterpretación que hizo el gobierno nacional de la resolución 46, la de los subsidios al precio del gas no convencional en boca de pozo.
Guillermo Pereyra justificó las acciones en el programa Plus Energético, que en la noche del miércoles se emitió por canal 24/7. Dijo el dirigente que a los trabajadores “los despiertan a cualquier hora durante la noche, hacen un abuso las operadoras”, y que eso lleva a “un momento de agotamiento y esto puede generar un accidentes”.
Sentenció que “no se puede trabajar 12 horas seguidas, el operario tiene que tener el descanso que dice la ley”, y que tal cuestión “se venía reclamando hace rato, las operadoras tenían tiempo de solucionar el tema de la incorporación del personal hasta el 31 de diciembre del año pasado”.
Encuadró el tema rápidamente al asegurar que “deben tomar más gente, para los diferentes relevos (tiene que haber tres relevos que cubran la rotación de turnos)”, y sostuvo, sin eufemismos, que “por el tema costos, reducen el personal”.
El gobierno de Omar Gutiérrez está al tanto de todo y trabaja haciendo un fino equilibrio entre el sindicato, el poder político nacional de Mauricio Macri, y las empresas operadoras, a las que de ninguna manera quiere espantar del territorio de Vaca Muerta.
Sin embargo, todo está en el borde de una situación extremadamente tensa. Cada quien juega las fichas para su propia satisfacción, tratando de no perder de vista que no se puede matar a la gallina de los huevos de oro. Todo muy argentino, y bastante precario, pues se coquetea todo el tiempo al borde de perder esa seguridad jurídica que tanto se proclama y poco se ejerce.
Rubén Boggi
