“Pobreza siempre hubo, lo que no había era hambre”
En una de los “mejores provincias” del país, en la ciudad más “moderna” la pobreza no solo es un número, la dura realidad se repite en más de un barrio, y los que menos tienen son siempre los que están brindando ayuda.
Colonia Nueva Esperanza es uno de los ejemplos, un barrio que crece en cantidad de habitantes, un barrio donde el propio Ever Urrutia, presidente de la Comisión Vecinal, se animó a contar sin vueltas el panorama.
“Pobreza siempre hubo lamentablemente, lo que no había era hambre” dijo Urrutia, explicando que en los últimos tres años se triplicó el número de asistentes al comedor que funciona en el Salón de Usos Múltiples del barrio.
De 45 personas que iban, hoy buscan su ración de comida más de 120, y los sábados y domingos son un problema porque la gente no tiene nada para comer, ya que durante los fines de semana el comedor que sustenta Desarrollo Social provincial, permanece cerrado.
“Hay familias esteras que no comen”, desde uno de los merenderos los viernes a la noche se les entrega una “ración suculenta” que lo pueden estirar hasta el sábado al mediodía.
Urrutia también lamentó lo que se ve a diario en el basural lindante al barrio, donde antes la gente iba a buscar comida para sus animales, "hoy además están buscando comida para ellos".
En Colonia Nueva Esperanza funcionan dos comedores y seis merenderos, lamentablemente está por abrir otro, y más allá de que lo positivo de esa apertura es que más niños van a comer, significa que nada está mejorando y que lo único que aumenta es la pobreza y el hambre.
