Tan cerca, que a veces no las vemos

15 febrero, 2019
Tan cerca, que a veces no las vemos
berbel-lopez
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No sé si la conoce, si no, se las presento. A la izquierda de la pantalla, Marité Berbel. A su lado, Hilda López. La foto es de Jorge Cáceres, la historia es toda de estas dos mujeres. Tan distintas, tan especiales, tan neuquinas, cada una a su modo.

Marité es la hija del poeta popular mayor de la provincia, Marcelo Berbel. Ha caminado a lo largo y lo ancho del continente sureño de la América toda, esparciendo semillas de música patagónica. Vive en una chacra de Plottier, humilde como siempre, sonriente como siempre, cantarina como siempre.

Hilda es Hilda con H. Cuando no está agazapada contando vida detrás de un micrófono, está trabajando construyendo cultura viva, o armando la urdimbre incesante que une a las almas de la amistad genuina. Es la radio de Neuquén, la mujer que hizo soñar y reír y llorar a miles y miles de personas, y es también la creadora incansable, la organizadora tenaz y persistente. Vive en un pequeño departamento con balcón a la avenida Argentina, con mucho cielo por delante, humilde como siempre, sonriente como siempre, cantarina como siempre.

Obsérvese lo que emana de la foto. Porque a pesar de los dolores sufridos, de las pérdidas inevitables, de las tragedias comunes, de padecer y gozar esta Argentina cruel y necesaria, estas mujeres desparraman energía, vitalidad, amor por el semejante.

No sé si las conoce, si no, se las presento. Téngalas en cuenta. Viven a metros de su casa. A centímetros de su cocina, de su dormitorio, de su patio.

Tan cerca, que a veces no las vemos.

Como nos sucede con las cosas importantes.

Rubén Boggi

 

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