La llamativa unidad de Ramón y las urgencias del MPN

12 enero, 2019
La llamativa unidad de Ramón y las urgencias del MPN
rioseco
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Fue un poco extraño verlo a Ramón Rioseco acompañado por Leopoldo Moreau, predicando que Neuquén sería el principio del fin de la pesadilla Macrista. Pese a lo llamativo del rejunte, la política hace posible que sí, se presente a Neuquén como un modelo de “unidad” alrededor de la gran figura que eventualmente aglutinaría a la oposición nacional, es decir, Cristina Fernández Kirchner, considerada la jefa, con ese afán grandilocuente que tiene el ser nacional.

La “unidad” neuquina se vende, pues, como el modelo a seguir. En Neuquén se sabe, con un poco más de proximidad, que la tal “unidad” estuvo caminando por una cornisa tapizada de dólares, que le eran ofrecidos, y negociados, a tales y cuales dirigentes para que no prosperara la juntada. Si prosperó, fue por algo que tal vez desconozcamos los humildes mortales que analizamos y escribimos por fuera del especial ámbito de las roscas, pero que seguro no ha tenido que ver con el desinterés económico y los principios ideológicos, sino porque la tentación de la posibilidad fue más fuerte que el ofrecimiento de volver a la llanura.

Como sea, la Unidad Ciudadana kirchnerista está armada con un pasado irreproducible, pues apenas se revisan archivos se encuentran testimonios del odio entre algunos de quienes hoy se abrazan. No pasa nada: es la teoría del enemigo principal, aquel desarrollo teórico práctico de los comunistas chinos, cuando se unieron a los nacionalistas que los fusilaban, torturaban y desaparecían, para enfrentar a los enemigos de la Segunda Guerra y sumar masa crítica campesina a la revolución que seguiría, y que siguió, y que terminó originando esa República Popular China que hoy combina el libre mercado con la dictadura del Estado para hacer una de las economías más poderosas y agresivas del mundo.

Lo de Rioseco se construye con la misma intención de hace 20 años, es decir, aprovechar la relativa debilidad del MPN, un partido demasiado pendiente de la suerte petrolera, atado a la producción de energía y la renta que derrama sobre el Estado, que le permite financiar una política de manera ininterrumpida. “Ahora es cuándo”, dice Rioseco, aquel albañil adolescente, después maestro de escuela, piquetero, gobernante municipal y parlamentario del Mercosur. El también ha construido gracias a los hidrocarburos, porque a resultas de aquella pueblada de la que participó, y de la que es el hijo más afortunado, Cutral Co pudo contar el con El Mangrullo, y recibir regalías directas, un presupuesto extra que supo administrar para construir poder familiar y clientelar a fuerza de prebendas. Nada muy distinto para el líder de la oposición a lo conocido.

El triángulo que compite centralmente en las elecciones del 10 de marzo respira al compás, cuando no, de la suerte del MPN en el gobierno. Omar Gutiérrez ya está de licencia política, y su ex contendiente, Rolando Figueroa, es el gobernador a cargo. Gutiérrez terminó contra reloj gestiones acuciantes por los incentivos a los precios de la producción no convencional de gas, sin seguridad de nada, pues Gustavo Lopetegui, con quien se pudo reunir junto con Nicolás Dujovne, lo único que le aseguró fue que no cortará ese subsidio que permitía llegar al precio de 7 dólares el millón de BTU, pero que lo transformaría en porcentajes fijos y no variables. En la práctica, esto implicaría un ahorro de 500 millones de dólares para el Estado nacional, y esos 500 millones dejarían de ser embolsados por las petroleras. La negociación que está por cerrar Lopetegui corta un poco por el medio, y las petroleras aceptarían. Aunque Neuquén no tendrá la misma garantía de que prospere la producción de sus 11 proyectos demorados como sí lo hizo antes la “joya” de Vaca Muerta, Fortín de Piedra, con Tecpetrol.

Con el sabor agridulce en la boca, se volvió Gutiérrez a Neuquén, para ocuparse de algunos asuntos personales antes de dar rienda suelta a la campaña. En su lugar, estuvo activo el candidato a vice, Marcos Koopman, quien hasta se puso a jugar al fútbol para demostrar que también tiene un perfil adecuadamente popular y desarrollista, los términos de moda para el MPN del tercer milenio.

Desde Cambiemos, Horacio Quiroga también hizo lo suyo en el principio de la campaña, y tras verlo a Macri en Cumelén, Villa la Angostura, recorrió la zona cordillerana sur, desde Villa la Angostura a Junín de los Andes. Es una zona que Cambiemos confía ganar, sustentado en el desempeño conseguido en 2017 por el entonces candidato a diputado nacional, David Schlereth, hoy compañero de fórmula del Intendente capitalino. Allí Quiroga vio un poco de todo, incluida una protesta de empleados de Parques Nacionales, a quienes atendió, como para ir tomando gimnasia de lo que sería gobernar Neuquén frente a una pandilla selecta de gremialistas estatales de mayor o menor cuño kirchnerista, divididos con Ramón Rioseco en el plano local siguiendo la misma confrontación que divide a ATE, enfrentando a Julio Fuentes (apoya a Rioseco) con Carlos Quintriqueo (no está con el cutralquense).

Con todas las variables posibles, Neuquén será el distrito que inaugura el año electoral, y potenciará así a quien pueda recibir el crédito del ganador de estas elecciones. Puede ser Cristina, la jefa, o Mauricio, el Presidente. Se verá.

Rubén Boggi

 

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