Gendarmes y represión en el Día de la Democracia (¿por qué?)
El generoso despliegue de gendarmes especialmente enviados desde La Pampa a Río Negro -General Roca- para custodiar y producir el desalojo de un puñado de dirigentes estudiantiles de la sede de la Universidad rionegrina, terminó con un enfrentamiento que se parece mucho a una represión imaginada desde el principio, tanto por los reprimidos como por los represores.
Es muy difícil no calificar como intencional el hecho producido, incluida la represión con gas pimienta y balas de goma, además de los bastonazos de rigor. Se sabía que pasaría, si se juntaban en la misma situación a la CTA y la Gendarmería, con estudiantes de por medio.
Así, cabe pensar el por qué de la fecha elegida, por ejemplo. Se conmemora este 10 de diciembre el día de la asunción de Ricardo Alfonsín en el gobierno que recuperó la democracia en el país. Se conmemora también la vigencia de los derechos humanos. Todo muy emblemático como para no pensar en un contraste intencional. Los reprimidos, como vía de salida para una situación insostenible, condenada por la propia mayoría universitaria. Salir como víctima siempre es conveniente. Los represores, como forma de enfatizar que el giro del gobierno nacional es hacia una tolerancia cero ante la violación de la ley: se encuadra en la política de "mano justa", que pretende diferenciarse de la "mano dura", aunque tenga, para muchos, una significación muy parecida.
Lo sucedido en Roca planta en la escena esta y otras posibilidades de interpretación, ninguna de ellas ingenua. Todas las formas juegan peligrosamente con la inestabilidad propia de la democracia argentina, todavía muy joven, todavía muy contradictoria.
El siguiente es uno de los videos publicado por el diario Río Negro. La foto que ilustra la nota es de Emiliana Cantera, también del mismo diario.
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