Las fogatas atormentaron el aire de Casa de Gobierno

Esta vez fueron los trabajadores ceramistas. Sitiaron la Casa de Gobierno, después de una reunión sin resultados con el subsecretario de Trabajo, Ernesto Seguel. En las cuatro esquinas de la manzana donde está la administración política central del gobierno neuquino, ardieron las cubiertas. Como en otras épocas: humo tóxico para regalar.

Los ceramistas atraviesan desde hace años una situación de decadencia que no se ha detenido. Todas las cerámicas, que florecían en la década del '80, fueron cayendo, fruto de circunstancias del país y de la ausencia de renovación tecnológica. El camino que emprendieron lo marcó Zanón, con su quiebra fraudulenta, su ocupación, administración cooperativa y finalmente, expropiación.

Ahora, esos ceramistas quieren ser empleados del Estado. Es decir, que el Estado se haga cargo de la industria cerámica.

Es improbable que ocurra esto. ¿Hasta cuándo seguirán encendidas las fogatas?