Al pie de un costillar, volvieron los chimentos petroleros

Fin de semana largo, que justificó el reencuentro de algunos hombres de la industria petrolera, con el único fin de compartir un grato momento, y que sirvió a la vez para intercambiar información del sector, de esa que nunca saldría en alguna red social y mucho menos en un medio periodístico formal. Demás está decir que la ocasión provocó el retorno de los chimentos que han distinguido a este portal.

El lugar fue en un tradicional quincho del barrio Santa Genoveva.  Manteniendo el ritual hubo asado a la parrilla traído de La Pampa, con algunas mollejas y otras achuras y un par de conejitos para paladares exigentes. De beber, se arrancó con unas copas de champagne Baron B para celebrar el reencuentro, para luego darle lugar a unos exquisitos vinos mendocinos. El anfitrión, conocedor de las exigencias de los comensales, puso sobre la mesa unas botellas de un exquisito Zuccardi Malbec 2013 añejado en Roble. Otro de los invitados dejó como al pasar un par de El Enemigo malbec cosecha 2014.

Ya en plena charla, se habló de la cena de fin de año que organizó el fin de semana pasado la delegación local del Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG). El lugar fue el salón de La Nonnina, en Cipolleti, camino a la Isla Jordán. Hubo abundante bebida para los casi 300 asistentes, con comida aceptable y dos conjuntos musicales para que esposas ávidas de vida social pudieran bailar rememorando viejas épocas.

En una de las mesas, dispuesta como para 10 comensales, se coincidió que hubo demasiadas ausencias y que varias de las mujeres presentes no podrían superar la prueba del salero. Una de las señoras de la mesa acotó que en el baño de mujeres se escuchó decir que varias de las presentes no llegan a las vacaciones con un físico como para vestirse con algún atuendo exigente. Fue festejada la observación de otra dama, quien dijo que los zapatos con plataforma que usan ahora sus pares, igualan en estatura a sus maridos y parejas, con lo cual se genera una imagen de hombres casados con damas del tamaño de cosacas de la estepa rusa vestidas con ropas de escaso pedigree.

Obviamente, también fue tema de esa mesa el desarrollo de los no convencionales y la cantidad de incidentes ambientales y accidentes que se vienen registrando. Se culpó en gran medida a la escasa capacitación que hay en el mercado laboral al que hay que sumarle los problemas de alcoholismo y drogadicción que se registra en el personal. “Ante semejante descontrol, en cualquier momento comenzaremos a ver capones empetrolados” sentenció uno de los comensales.

Otro de los asistentes, destacó el blindaje que cuenta hoy la actividad en cuanto a la presencia sindical. “Este año ya sumó cuatro muertos sin que a los sindicalistas se les moviera un pelo. Años atrás, apenas se te fracturaba un operario y te paraban el yacimiento” resaltó mientras saboreaba una patita asada de conejo, y sin ponerse colorado.

Como de conflictividad se hablaba, se recordó que se cumplen 10 años de la muerte del sindicalista mendocino de la UOCRA Ariel Quiroga. El joven falleció ahogado en el canal del puente dique de 25 de mayo (La Pampa) luego que fuera perseguido por una horda de sindicalistas que se disputaban la filiación del personal del yacimiento El Corcovo. Sin tener mayores precisiones se coincidió en que la causa, donde hay dos sindicalistas procesados, no avanza, y todo parece indicar que quedará impune.

Ya sobre los postres, y antes que llegara el tío Jack Daniel’s a alegrar los espíritus, se habló de la corrupción en el sector. Uno de los asistentes indicó que en los cálculos de rentabilidad “ya se ponen los costos “adicionales”. Si en esa condición la TIR (tasa interna de retorno), que es la esperada por la compañía para un país como es la Argentina, da bien, se va para adelante. Si es al contrario, se renegocia”.

Otro de los presentes, muy memorioso, preguntó sin éxito al resto de los comensales, qué fue de la Fundación Alejandría, que iba a ser escuela de profesionales para la explotación de recursos no convencionales. Solo uno de los invitados recordó que dicha fundación, había recibido un terreno en Los Canales de Plottier, para establecer su edificio. Nadie supo decir que hay ahora en ese predio.