Gutiérrez, bien con gremios, pagó el bono antes y exhibe récord salarial
El gobierno de Omar Gutiérrez mantiene consolidada y firme la relación con los gremios estatales, sin más receta que una política salarial que ha servido para que los propios sindicalistas la exhibieran como el logro gremial más importante de la era Macri en Argentina: este año, una recomposición salarial que rondará lo que la inflación indica, no menos de 42 por ciento.
El tema fue explicitado con una asombrosa explicitud por el mismo gobernador este miércoles. El argumento de tener a los trabajadores contentos, y, además, poder mostrar índices fuertes de crecimiento laboral en el ámbito privado (6,7 por ciento de generación de empleo privado, 7.500 nuevos puestos de trabajo, 620 puestos de trabajo por mes), exime de cualquier culpa, según criterio propio, a la gestión, incluso para no tener que explicar demasiado el por qué no se otorgará en la provincia un bono de fin de año.
En realidad, el bono se pagó en Neuquén antes, y fue de 4.000 pesos en dos cuotas. Por ahora, los sindicalistas estatales están conformes, con argumentos coincidentes con el propio gobierno, que se permite hablar de austeridad en un contexto de proyecto de presupuesto de 102 mil millones de pesos para el año próximo, el mayor –en relación a la cantidad de habitantes y superficie de territorio- de la Argentina.
Así está la cosa en este tramo pre-electoral neuquino. Se disimulan algunas señales de alerta que da el contexto. Por ejemplo, una caída (este miércoles recuperó algo) de la cotización internacional del crudo. El Brent cerró en 66,77 dólares, cuando estuvo este año en el nivel de los 80 dólares.
