Gutiérrez y Figueroa combaten peronizados, más lejos de Quiroga
La situación nacional es omnipresente, de esto no cabe duda. Pese al síndrome campanita de cristal que Neuquén disfruta, la situación nacional se filtra por la frontera, penetra cada hogar neuquino, y tiñe con humores dispares –en los que prevalece cierto pesimismo ancestral- el espíritu de cada ciudadano.
Los políticos saben esto, pero no pueden escapar de la mecánica, de la inercia, por lo que, básicamente, insisten en lo suyo. El MPN, cada vez más peronizado; Cambiemos, afirmándose en la figura de Horacio Quiroga, quiroguizado; y el peronismo…decidiendo si irá solo o con Ramoncito (Rioseco, claro), quien, por las dudas, se sacó una foto con Alberto Rodríguez Saa, y agita fuere la banderita de justicialista ad hoc.
El MPN, se sabe, concentra en su interna, o al menos lo intenta, todas las miradas. Es importante la interna del partido provincial, a tal punto que, por ejemplo, Quiroga no lanzará su candidatura antes de saber si ganó Omar Gutiérrez o Rolando Figueroa. El peronismo también esperará.
Gutiérrez llegó al fin de semana con un encuentro con la juventud peronista-emepenista, una construcción en la que trabajó mucho el hermano del gobernador, Pablo Gutiérrez Colantuono. Allí aseguró que el peronismo para él es una materia aprobada, y que no defraudará a quienes –antes abrazados a Néstor y Cristina- se decidan ahora por respaldarlo en su afán provincialista y apartado de las definiciones de a quién votar cuando se trate de las generales nacionales.
En la cena populista, Gutiérrez habló para todos y con cada uno. Recibió reclamos, pedidos, en fin, todo el folklore. Está, el gobernador, en plan de no decir que no a casi nada, acompañado por su librito de cabecera, el plan quinquenal, que espera comenzar a aplicar ya en el presupuesto del año próximo, que irá con la novedad de calcular un superávit en las cuentas públicas, después de años de déficit. “Por supuesto que ese excedente irá a Salud, Educación, Seguridad”, se dice en la carpa chica, mientras se estima que habrá no menos de 10 mil millones de pesos a invertir en obra pública.
Del otro lado del MPN, Rolando Figueroa, el contendiente, no necesita dar muestras de su mirada “peronista” sobre la situación nacional y provincial. Por ahora, el sector que plantea la pelea por mantener al MPN en el poder, pero con una renovación respecto de la última década liderada por Jorge Sapag, se concentra en denunciar “maniobras” de las autoridades partidarias que tendrían el propósito de hacer las cosas lo menos transparentes y más complicadas posibles para los que desafían a la corona. Por lo demás, queda claro que Figueroa machacará poniendo énfasis en que su pelea no es tanto con Gutiérrez sino con el propio Sapag. Piensa que así agiganta su propia figura, como hiciera antes, en aquel impactante 1991, el “accidente” partidario, Jorge Sobisch, respecto de Felipe.
Haciendo abstracción, por ahora, del sector peronista propiamente dicho, y de las andanzas tejedoras de Mariano Mansilla respecto de Rioseco y su eventual renovado liderazgo en una fórmula común…¿en qué anda Quiroga con su Cambiemos singular?
El Intendente capitalino estuvo en Chos Malal. Dicen que está mucho más seguro de su candidatura que lo que nunca estuvo antes, incluidas las dos veces en que se presentó con alianzas que fracasaron. Dicen también que es porque siente y ve que está formando un equipo interesante, con un plan para gobernar prometedor. Está muy contento, por ejemplo, con la incorporación de Pablo Cervi, porque ha tenido muy buena repercusión en los sectores vinculados con la producción neuquina. Y que espera que pronto empiece a tallar fuerte Daniel Daglio, el médico que tiene liderando el equipo de Salud. Con esos equipos seguirá recorriendo la provincia: la próxima gira es a Zapala, el 20. Allí llegará la “escuela” de capacitación en gestiones locales, un laboratorio que ha sido elegido como eje de esta fase inicial de campaña, antes de ser formalmente candidato.
En ese tema, el de la candidatura y la revelación de quiénes lo acompañarán, se mantiene una firme disciplina táctica. Se espera que se anunciará en diciembre, cuando los equipos y las propuestas “estén consolidadas”, se afirma, mientras sostienen, cerquita del gobierno municipal capitalino, que las encuestas le siguen dando “muy bien a Pechi, independientemente de cómo le vaya a Mauricio” Macri.
Así, el escenario coincide en este rasgo: tanto el MPN como el propio Cambiemos acentúan su característica local y la presunta independencia de los avatares dramáticos que sufre el gobierno nacional del ingeniero. Pero lo que pasa en el país incide en el humor, inevitablemente. No tanto de los políticos, sino el del ciudadano común.
Ese mismo, sí, el que votará y elegirá, más allá de afanes y estrategias, con la estricta exigencia de sus propias alegrías y tristezas.
Rubén Boggi
