Las máscaras, Macri, Gutiérrez y Figueroa
En el Juego de Tronos que es la política neuquina, donde compiten todos dentro del MPN, aun estando afuera, se hizo catarsis en la semana con el nuevo escenario consolidado, que es la reafirmación del “gutierrismo” en el partido, y la consecuente ratificación de sectores opositores que comienzan a girar alrededor del vicegobernador Rolando Figueroa, hoy convertido en el sol del sistema planetario que representa a los excluidos del placentero aunque exigente mundo gubernamental.
Hay en la política un recrudecimiento del uso de las máscaras. Es la técnica de ponerse el antifaz que conviene a la ocasión. Por ejemplo, ahora conviene criticar al gobierno nacional de Mauricio Macri apenas se tenga la oportunidad. Se pelean por ver quién lo hace mejor, y cuántos “me gusta” recibe la agudeza mayor o menor de la crítica. En el MPN, la urgencia de alinearse en objetivos críticos hacia Macri es imperiosa, porque Figueroa lo ha transformado, al tema, en una prioridad de su agenda. Sus ácidas reflexiones contra el “gobierno centralista” compiten con las que emiten los primos del peronismo, sobre todo en la semana donde Macri redujo beneficios sociales que tenían ventaja para la Patagonia.
El gutierrismo –el gobierno del MPN- prefiere hacer hablar a los legisladores. Este lunes, el bloque partidario en la Legislatura presentará un proyecto rechazando la disposición que poda las asignaciones quitándoles el beneficio del pago extra por zona desfavorable. Lo mismo harán los concejales. Y ya anunció la diputada Chani Sapag que se opone a la decisión del gobierno nacional.
En el gobierno, cuidan la mesura en la comunicación. “Lo valioso para Neuquén es la defensa inteligente y eficaz de nuestros intereses”, dicen. “Conseguir resultados, agua para nuestro molino”, expresan pragmáticamente. Y señalan, en obvia alusión a Figueroa y compañía: “Lo demás son declaraciones sobreactuadas, que boicotean los acuerdos que abren paso al desarrollo”.
Cada uno se pone la máscara que le conviene. Y todo remite a la próxima interna, la que vendrá después del 12 de agosto, fecha en la solo se compite en algunas seccionales (que harán una especie de test Gutiérrez-Figueroa indirecto). Se juega con inteligencia y también con cierta previsibilidad. Este sábado, por ejemplo, fue y se sacó la foto con el recién asumido titular del peronismo capitalino –el concejal Marcelo Zúñiga- el también concejal “Pepé” Ousset, líder de la vanguardia rebelde y federal en el parlamento capitalino. Zúñiga, que no es ningún caído del catre, aseveró en esa asunción que había que sumar a muchos porque “el enemigo es grande y fuerte”.
En cuando al escenario que queda circunstancialmente en el partido provincial, en el gobierno se concentran en la defensa de su estrategia, aseguran que se le dio prioridad a un proyecto de equipo, que todos los que quisieron pudieron participar. “Los personalismos y egoísmos boicotean el progreso de Neuquén. El consenso logrado prioriza el proyecto colectivo, otros priorizan lo individual”, dijo Marita Villone, la intendente de Loncopué y dilecta integrante de la carpa chica gutierrista.
Desde los cuarteles de Figueroa, se arman de paciencia con base en una confianza que parece irreductible. “Están a la defensiva”, dicen, mientras aseguran que llevan ventaja aunque no lo parezca en la superficie. Confían en sumar porque confían en la magnitud de un descontento unificador. Algo de esa catarsis que trasciende listas, sectores y miradas se pudo ver y escuchar en el nuevo encuentro que organizó el MAPO, en el local de Neuquén para Neuquén. Fue el segundo encuentro y confirmó que no será de allí que salga un respaldo para el oficialismo, sino, tal vez, todo lo contrario. Estuvo Figueroa en la reunión . También Luis Sapag, quien participó del "consenso" y estará en la nueva conducción partidaria.
Omar Gutiérrez, mientras, está jugado. Solo tiene un camino posible: seguir en la senda delineada por él y el sector que representa, que es concentrarse en la doble función de gobernar y administrar energías proselitistas buscando asegurar lo más posible la reelección, ya convencidos todos de que Jorge Sapag no volverá al ruedo de la competencia, sino que se mantendrá en el rol que actualmente ocupa, una especie de asesor de lujo para el gobierno y para los azules del partido.
Esta semana el Gobernador recorrerá el norte neuquino, el lugar “sagrado” que alimentó la proyección de su contendiente, Figueroa. Habrá, particularmente, una reunión en la seccional Chos Malal. El gobierno ametralla con comunicaciones que intentan hacer visible lo positivo. Su poder de fuego son las estadísticas, que marcan crecimiento en los indicadores económicos más importantes.
En esta guerra, la del adentro con el afuera, la que destaca la diferencia de Neuquén con el resto, está acostumbrado a jugar el MPN. Todo el MPN, que es lo mismo que decir esa gran diversidad que está a punto de ponerse a prueba.
Rubén Boggi
