Lo que también provocó el temporal y pocos se enteran

13 junio, 2018
Lo que también provocó el temporal y pocos se enteran
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Agustín sabía que durante el fin de semana iba a nevar, pero no imaginaba que sería una de las más fuertes nevadas de los últimos 40 años, en Cutral Co y Plaza Huincul. Por eso, decidió ir a festejar el cumpleaños de su amigo. Salió con su auto el viernes, alrededor de las 20:30 y llegó a las 23, justo para cenar. Según dijo, fue un buen encuentro. Al momento de acostarse, escuchaba cómo llovía y neviscaba.

Cuando despertó el sábado por la mañana, se encontró con una capa de alrededor de diez centímetros de nieve. Todo estaba absolutamente cubierto, y ya predominaba la lógica precaución en las calles. Pero él quería volver a Cipolletti y eso intentó hacer.

A la salida de Plaza Huincul, en el puesto caminero, un efectivo le explicó que la ruta estaba intransitable y que, si algo le sucedía, no habría forma de que alguien lo ayudara. De hecho, ya había personas varadas en la ruta, y le aconsejaron fuertemente que no continuara su viaje, sino pensar en otra alternativa. Agustín se quedó en la estación de servicio, mientras pensaba y se contactaba con otros amigos, y tomaba un café.

Ya eran casi las 17:30, cuando pudo comunicarse con una ex compañera del secundario, al que él iba. Ella y otros amigos, iban a esperarlo con tortas fritas. Agustín fue hacia lo que se convertiría en el escenario de su tragedia de frío polar. Ese mismo sábado, dejó de nevar pero el frío seguía completamente presente.

El domingo a la madrugada, continuaban todos despiertos, en medio de risas, y con Agustín esperando a que las condiciones mejoraran para poder regresar. Fue a buscar algo a su auto y cayó al piso, por el hielo que se había formado en la entrada de la casa donde estaba. Se golpeó su cabeza contra un escalón y perdió el conocimiento de forma inmediata. Cuando abrió sus ojos, minutos después, pudo ver a su amiga que, desesperada, le pedía que reaccionara.

Tenía sangre. Había sido un golpe muy fuerte. Como pudo, manejó hacia el hospital, ya siendo las siete de la mañana, sintiendo el dolor, en medio de una ciudad con mucha dificultad para transitar, y su preocupación, sabiendo que no podía tomar la situación a la ligera. Le realizaron una tomografía y, por el profundo corte, tuvo siete puntos de sutura.

El personal médico le adelantó que sería fundamental que horas después estuviera acompañado y atento a cualquier cosa que pudiera llamar su atención, por la intensidad del golpe que sufrió.

Agustín decidió acostarse un rato, alrededor de las 10, esperando que finalmente mejore el tiempo. El sol salió y el hielo comenzó a derretirse. El mismo domingo, emprendió su retorno a Cipolletti, acompañado por Rodrigo, un amigo. El lunes siguieron los exámenes y ahora se encuentra bien.

No fue el único caso. Y todo esto, sucedió a raíz del temporal. Si la ruta no hubiera estado intransitable, Agustín hubiera vuelto a su casa a tiempo. Si el hielo no se hubiera formado, Agustín no se hubiera caído.

Esto es también lo que dejó el temporal del fin de semana. Se trata de la parte que muchos no conocen y tampoco se enteran.

 

 

Sofía Seirgalea

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