Con el MPN haciendo su catarsis, los demás esperan a Quiroga

Mientras el MPN se agita dentro de su propio continente y se encamina casi irremediablemente hacia una interna entre el gobernador, Omar Gutiérrez, y el vice, Rolando Figueroa, el presente de Cambiemos en la provincia espera expectante el retorno de Horacio Quiroga, de viaje, por cuestiones personales, por Europa.

La coyuntura resalta estos tres personajes en el tablero político neuquino, con mayor énfasis que al resto, que no ha desaparecido ni lo hará, pero que transcurre por otro plano, más discreto, e incluso subordinado a las definiciones que puedan emerger del curioso triángulo, forjado, indudablemente, por el paso de los años y las circunstancias provinciales.

Gutiérrez, Figueroa y Quiroga, tienen diagnósticos muy parecidos, en los sondeos que cada uno ha realizado en la realidad neuquina. Esos sondeos indican que si las elecciones fueran ahora, probablemente el MPN perdería la Gobernación; y Quiroga, con o sin el respaldo de otros, se impondría.

Esta ventaja relativa, que para algunos es difícil de creer, y para otros, difícil de digerir, no asegura ningún futuro, porque el escenario es cambiante, y fundamentalmente, porque el MPN está en estado de creciente ebullición, conciente –en mayor o menor medida- de lo que está pasando; y a que este presente, tiene relación con el contexto nacional, pero no mecánica, directa, obtusa… sino dialéctica. En concreto, no se sabe si cada paso atrás que da Macri, perjudica más a Quiroga, o a Gutiérrez. Al mismo tiempo, está la percepción que, en todo caso, beneficia a Figueroa.

Las ocasiones y hechos políticos se multiplican en poco tiempo. Casi nadie ha hecho mención al acto del Ruca Che después de producido. Todo lo que rodea a Gutiérrez se potencia o no en función de su gestión de gobierno, no en el costado estrictamente político. Así, fue mucho más importante para el gobierno (y para Gutiérrez) el fin del conflicto educativo. Aunque todavía no se ha digerido lo suficiente como para saber si es un hecho que trae algún rédito o algún perjuicio. "De lo que se trata es de avanzar”, se dice desde el gobierno, como intentando trasmitir que hay una vorágine de trabajo que será suficiente para pensar en un futuro promisorio.

En este sentido, se esperaba que Gutiérrez haga anuncios de más inversiones en esta semana, y lo cierto es que el gobierno está buscando una imagen que sea la contracara de la gestión Macri, que está un poco aturdida por la sucesión de problemas y el crecimiento opositor. De hecho, el MPN conducido por Gutiérrez comenzará la semana, el lunes, con una “mateada” celebrando el aniversario de creación del partido. Se hará en la Junta de Gobierno, abierta a “todos los sectores”, a las 16. Y para el fin de semana siguiente, pondrá en marcha una “maratón de la democracia”, con pruebas deportivas jugadas con espíritu de participación e intencionalidad política.

Así, en el MPN, quien más, quien menos, fantasea con que si no hay unidad, unidad verdadera, en el partido, se corre el riesgo de perder la larga hegemonía. Pero claro,  no todos tienen la misma receta para conseguir ese resultado. En todo caso, lo que parece podrá suceder, es que antes de la unidad estará la competencia, sea que se juegue en las urnas, o simplemente en las mediciones estadísticas y en la capacidad de negociación. Se sigue afirmando, en ese sentido, que eso (dirimir negociando) podría ocurrir para renovar la conducción partidaria (con convocatoria en agosto), pero no para las candidaturas.

En Cambiemos, mientras esto sucede en el MPN, se espera el retorno de Quiroga. El intendente viajó a Londres. De hecho, ha estado a cargo del Ejecutivo el presidente del Deliberante, Guillermo Monzani. En esa espera, el singular Cambiemos neuquino está “calentando motores”, según la expresión utilizada para describir la coyuntura.

Hay tranquilidad porque las encuestas dan bien. Pero también, mucha tensión porque el camino que sigue, inexorable, es el de tejer alianzas, es decir, decidir en primer lugar con quién se irá, y con quién no. Sería muy difícil que Quiroga emprenda el camino hacia el enfrentamiento directo con el MPN sin buscar socios, algunos que ya se le han ofrecido, otros que han estado siempre y sin necesidad de ofrecerse.

En ese contexto, ya sabe que el espejo del gobierno nacional devuelve a veces optimismo, otras todo lo contrario, y que, según sea la ocasión, lo único que conviene es construir con los ladrillos propios, sin pensar tanto en los ajenos.

Rubén Boggi