Algo cambió: el gobierno está más tranquilo

Una foto, una simple foto, publicada en el perfil de Facebook del intendente de Chos Malal,  Hugo Gutiérrez, marcó la señal de largada en la interna concreta del MPN. En ella se ve al intendente, uno de los “enrolados”, es decir, que están con Rolando Figueroa, contribuyendo a sostener un cartelito que dice “yo apoyo la lucha docente”. Esa foto fue esgrimida por el gobierno de Omar Gutiérrez, para ejemplificar lo que denomina “injerencia política” en el largo conflicto con ATEN. Se señala a los partidos de izquierda, vía Angélica Lagunas, y al “diablo que metió la cola” desde la interna del propio MPN.

La interna, igual, existe todavía sin existir formalmente. Se dice que largará fuerte después del mundial de fútbol que se jugará en Rusia. Eso, en los aspectos efectivos, y mientras se resuelve, vía negociación, la renovación de autoridades del partido, implicará la aceptación y presentación de candidaturas. Algo que comenzará a tomar forma, en lo que hace a la oposición al oficialismo reeleccionista, este lunes, en el camping petrolero, respondiendo a una convocatoria de la lista Azul y Blanca, que lidera el senador nacional Guillermo Pereyra.

Pero tal vez sea inconveniente hablar de pronósticos de fechas y oportunidades, porque juega mucho la situación estructural de la política nacional. En una semana, cambió el panorama para Neuquén, que venía igual recuperando terreno en el plano económico-estatal. El ministro de Economía, Norberto Bruno, anunció un superávit en las cuentas públicas como resultado del primer trimestre del año. Se apuntaron razones macro, como la nueva cotización del dólar, que oscila después de la devaluación en 25 pesos; y la suba en el precio internacional del petróleo, que en el caso de la referencia Brent, se ubica en 80 dólares el barril.

También se destaca el componente local en ese logro. Que es, gobierno dixit, la austeridad, el control de las cuentas públicas. El gobierno goza en este punto, aunque termine redundando en un concepto que siempre el MPN usó como estandarte, que es, simplemente, decir que a Neuquén no llegan las crisis en la misma medida que a otros distritos, precisamente porque hay una administración, la del partido provincial, que hace posible esto, es decir, la isla, el reducto, el bastión que hay que defender de los perversos intereses foráneos, encarnados generalmente en los partidos políticos nacionales.

“Esto no significa que no atendamos y resolvamos los problemas que hay”, se apresuran a aclarar. Aunque, en el fondo, siempre hay poco de autocrítica y mucho de sembrar obviedades, en un territorio que en realidad funciona bien cuando su principal producto, los hidrocarburos, se lo permiten.

Como sea, el gobierno se siente más tranquilo, incluso ratificado. Algo de esto viene porque Omar Gutiérrez estuvo reunido durante una hora con el presidente Mauricio Macri, en lo que se califica como “charla distendida”. Dicen que el Gobernador enumeró en esa charla una catarata de datos positivos: ventas de autos, venta en supermercados, superávit en cuentas públicas, generación de empleo. “Neuquén es contraste en el país”, se repite una y otra vez. Y esto se usará incluso para mover políticamente contra el principal adversario externo, que es Horacio Quiroga. ¿Cómo? Pues, utilizando conceptos de lo que el propio Cambiemos está haciendo, por ejemplo, en Buenos Aires. “Allí (María Eugenia) Vidal recorrió municipio por municipio para constatar que se rebajen tributos que no corresponde aplicar en facturas de energía. Acá Quiroga se niega a hacerlo en las facturas de CALF”, dicen.

¿Y los conflictos? ¿Los maestros, los médicos?

Con el Convenio Colectivo de Trabajo para Salud aprobado, el gobierno se tomará ahora no menos de dos meses para reglamentar un punto específico, el de “Rendimiento Óptimo”, uno de los que provocó, y sustenta, la oposición de Siprosapune, el sindicato que representa a los profesionales. Se afirma que se atenderá las demandas de los médicos, en ese tiempo que se tomarán para reglamentar. En concreto, se confirma que la salida era darse más tiempo para poner efectivamente en práctica esos aspectos del CCT transformado en Ley.

Respecto a los maestros, el gobierno evidentemente confía en el desgaste sindical, en el aislamiento que provoca inexorablemente un conflicto demasiado largo. En ese rumbo, el argumento es que no se perdieron más de 30 días de clases, sino que hubo más de 30 días de paro, con “bajo acatamiento”. La diferencia es importante, aunque la percepción concreta de la sociedad tal vez no la avale. Con las defensoras del niño, que pidieron una medida “autosatisfactiva” con aplicación eventual de una multa diaria contra el gobierno, hay una mirada impiadosa: “actuaron después del pedido de jury en su contra. Buscan salvar el pellejo”, se dice.

Así las cosas, la política transcurre en un juego peligroso: el riesgo de ser más optimista que lo que la realidad permite, se contrapone con el riesgo de ser más pesimista que lo que la propia realidad indica. Entre unos y otros, involucra esto la interna del MPN, pero también el debate general, que mezcla a emepenistas con kirchneristas y macristas, todos con mayor o menor deseo de enfatizar lo positivo y lo negativo.

A nivel percepción ciudadana, esto puede ser un cóctel ininteligible, y es, ciertamente, el primer desafío para los estrategas del márquetin de campañas.

Rubén Boggi