Qué hace el gobierno de Gutiérrez en la dura coyuntura

28 abril, 2018
Qué hace el gobierno de Gutiérrez en la dura coyuntura
gutierrez-crisafulli
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No hay que pensar mucho para darse cuenta del porqué el gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, hará el intento de seguir cuatro años más en su cargo, reelección mediante. En Argentina, así como en otros países con similar régimen político electoral, nunca es suficiente con un mandato para aplicar un plan de gobierno. En Neuquén esta aseveración traducida en la reforma constitucional del ’94 es aún más vigente, pues Gutiérrez, junto a sus colaboradores más cercanos, está convencido que necesita más tiempo para consolidar esa “renovación” del MPN en el poder, que aseguran protagonizar.

El tema no es este, pues es de Perogrullo. El tema no es el porqué, sino el cómo. En este sentido, el contexto es complicado porque la situación lo es. Y, como casi siempre, lo fundamental pasa por la medida de la magnitud del gasto estatal, la disponibilidad de caja, en un contexto nacional que –calculado o no- pasa por su peor momento, con inflación que no cede, dólar que se sale de cauce, e inversiones que no pasan de la mediocridad. A esta situación objetiva, se le agrega el resto de los problemas: la oposición interna en el partido del medio siglo, y la externa, que lidera el intendente capitalino, Horacio Quiroga.

El gobierno neuquino agotará las instancias, esta semana, para salir de una encerrona en donde el diablo de la política mete su cola más sucia. El martes, feriado por el Día del Trabajador, sus negociadores Mariano Gaido y Cristina Storioni se reunirán nuevamente con el doble comando del gremio docente ATEN, Marcelo Guagliardo y Angélica Lagunas. De esa reunión puede salir un principio de acuerdo, aunque la propuesta que se discuta no será, en lo esencial, distinta a la que ya se hizo; pero si el acuerdo no sale, la expectativa se centrará en el miércoles 2, pues Gutiérrez decidirá la orden que bajará a la suspendida liquidación de haberes para los maestros (los salarios se pagan el 4). En concreto, definirá si aplica el aumento acordado, o si lo decreta, sin acuerdo, para “no seguir perjudicando a los maestros que en todo este tiempo han ido a trabajar”, según el argumento que se prepara para esa ocasión.

Pero la cola del diablo no está allí, sino en otro lado: en el gobierno de Mauricio Macri, llamativamente. Como ya informara este diario, para enfrentar la contingencia salarial de este mes especial, con aumento en la masa salarial global, Gutiérrez pidió un anticipo de lo que le corresponde a la provincia por coparticipación federal de impuestos, para cubrir así un desfase de liquidez en la caja del Estado provincial. La llegada de ese dinero estaba prevista para el 25, pero eso no ocurrió.

Según parece, el desembolso para Neuquén quedó atrapado en una maraña de la interna del Gabinete de Macri, en este caso, entre Mario Quintana, vicejefe del equipo y “niño mimado” del Presidente; y Rogelio Frigerio, el ministro del Interior y principal referente para Gutiérrez en el gobierno nacional. “Quintana quiere ser el nuevo ministro del Interior” se murmuró en los pasillos. El ex CEO de Farmacity y miembro de la “mesa chica” del gobierno nacional habría jugado, así, acrecentando la ansiedad neuquina en un momento difícil, y clave, para resolver uno de los problemas que enfrenta la gestión. Esto es lo que se sugirió, especulando con misteriosos motivos de estrategia.

Más allá de estas cuestiones concretas, que son contingencias de las que suelen abundar en la complejidad del ejercicio del poder en el gobierno, Gutiérrez atravesó una semana complicada en la que no obstante mostró uno de los perfiles que pretenden, desde su entorno, hacer valer como característica positiva. Con poco tiempo de diferencia, el Gobernador estuvo con el Presidente –en la visita a Loma Campana-, con el interventor en el peronismo nacional, el sindicalista Luis Barrionuevo, con el titular del gremio petrolero y activo referente en la interna del MPN, el senador Guillermo Pereyra, y con el rector de la Universidad Nacional del Comahue y referente del kirchnerismo regional, Gustavo Crisafulli. Esa amplitud gubernamental, que es descripta como versatilidad, es un ejemplo de lo que pretende consolidarse como línea política distintiva, con una recurrencia a la proverbial independencia y ubicuidad del MPN en el contexto político nacional.

Hay que entender este detalle, para ubicar en el razonamiento cómo espera concretar, el 12, el MPN-gobierno su acto en el Ruca Che. Según se asegura, no será ese acto una ceremonia política llena de bombos y banderas, con una concurrencia masiva que en sí mismo no diría nada, pues se da por descontado y no es sorpresa, que el MPN será capaz de llenar ese estadio, como ya lo ha hecho muchas veces anteriormente. Lo que sería un paso importante más hacia la candidatura a la reelección, se está organizando en realidad como un acto en donde consolidar algunos conceptos políticos de la “renovación” emepenista. “Queremos mostrar la concurrencia de la familia, con gente atenta escuchando conceptos, no una masa enfervorizada a fuerza de inyectarle dinero a los punteros, con ruido de bombos y cantos previsibles”, dijo un integrante de la “mesa chica” oficialista, al referirse a la programación de ese acto, que sería determinante no solo para Gutiérrez, sino para los que piensan oponerse al Gobernador en la carrera hacia el 2019.

Antes del 12, el gobierno pasará por exámenes duros, que se le plantean desde el frente interno. A lo ya apuntado sobre el conflicto docente, hay que agregarle el tema de los profesionales de la Salud, alborotados por los efectos del convenio colectivo firmado por los “socios coyunturales” del gobierno, ATE y UPCN. En esa cuestión, el gobierno estima que resolverá el conflicto sobre la base de explicar, con simulaciones y proyecciones matemáticas, las presuntas bondades del nuevo sistema para los hospitales, que sería homologado por la Legislatura.

Todo ocurre en un escenario agitado, porque la situación nacional impacta fuerte. Entre la inflación, los tarifazos y el dólar, la oposición a Macri ha tenido material para hacer dulce. Si el gobierno del ingeniero sortea la coyuntura (como lo tiene pensado), lo hará manteniéndose firme y apostando a su propia convicción de estar haciendo lo que corresponde. Si no, quedará enredado en el dulce opositor, y comprometerá su chance electoral el año próximo.

Rubén Boggi

 

 

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