Cómo viven sus malos momentos Macri y Gutiérrez

22 abril, 2018
Cómo viven sus malos momentos Macri y Gutiérrez
gutierrez macri
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El peor momento de Mauricio Macri, equivale singularmente al peor momento del gobernador Omar Gutiérrez. El Presidente ha visto caer su imagen en las encuestas, y también la aprobación de su gestión de gobierno. Los tarifazos y la inflación constantemente alta son evidentemente factores importantes para el humor ciudadano. El Gobernador sufre un largo paro docente, que más allá de las argumentaciones, socava igualmente el buen ánimo popular y lo transforma en malhumor.

Dicen que Macri tiene calculado hasta el mal momento. Que el gobierno nacional tiene previsto soportarlo, y volver a la carga ofensivamente con un despliegue de recursos y obras inusualmente pródigo, y que con eso recuperará imagen, gestión, y futuro posible para el 2019 electoral, que en el caso nacional, ocupará el segundo semestre de ese año. Obviamente, no hay manera de saber si esto es o será cierto, pero sí se percibe que hay calma en el gobierno nacional, algo que en Neuquén no es perceptible.

Dicen en Neuquén que pasa todo lo contrario. Que Gutiérrez no tiene planificado el mal momento, y que ni siquiera es consecuencia de lo que el gobierno hace (como en el caso nacional) sino de lo que el gobierno no hace. También se afirma que hubo un mal cálculo entre el trabajo de gestión y el político partidario. Que hubo ansiedad en lanzar la candidatura a la reelección, sin tener el panorama claro de cómo se movía ese intrincado mecanismo diverso y contradictorio que siempre es el MPN. Y que, a diferencia de Macri, el tiempo apura a Gutiérrez, mediante la necesidad de definir internas y elecciones no en el segundo semestre del año próximo, sino en el primero.

El gobierno neuquino vacila y teme. La noticia de la visita de Macri –que oficialmente está prevista, más allá de lo que eventualmente suceda, pues siempre hay imponderables- no fue comunicada por temor. Más que nada, a lo que podrían hacer los docentes, cuya dirección gremial es confesamente anti-macrista, en un abanico ideológico por la mitad, que solo incluye la parte izquierda, desde el kirchnerismo de Guagliardo al trotskismo de Lagunas.

Macri, si se equivoca, lo hace con convicción. A tal punto se jugó con el alza de tarifas impuesto por Juan José Aranguren en el Gabinete, que ordenó tajantemente no dar marcha atrás. Por eso, la concesión “social” máxima fue otorgar el pago en cuotas como atenuante, y lo hizo pensando más que nada en atenuar el impacto inflacionario. Ahora tiene previsto venir a Neuquén, este lunes, a visitar Loma Campana, el desarrollo de YPF-Chevron, el más avanzado de Vaca Muerta, y a la vez, el símbolo de la recuperación de la producción de gas, a precio alto, ese precio que provocó las dos cosas: el aumento de producción que permite reducir la importación, y el aumento de tarifas, que permitió el malhumor ciudadano y una crecida opositora en la política.

El Presidente, según la agenda preparada, tiene previsto llegar al aeropuerto neuquino a eso de las 10,30, y de allí, ir en helicóptero directamente a Loma Campana, acompañado por el presidente de la petrolera, Miguel Gutiérrez. Posiblemente se sume a esa aeronave el gobernador Omar Gutiérrez, aunque esto no estaba confirmado. Nada se decía en protocolo del intendente de la capital y jefe de Cambiemos, Horacio Quiroga.

Macri tiene previsto además almorzar en Loma Campana. Con obreros de YPF, un grupito que ya estaba siendo especialmente seleccionado. Es evidente que hay una intención de mostrar la cara positiva de los incrementos en los precios del gas. Explicarlo desde la realidad económica, no desde el espanto demagógico. Los instrumentos del marketing jugarán a pleno, pues la comunicación de los actos de gobierno comienza a ser cada vez más importante como estrategia hacia las elecciones.

Al gobernador neuquino, poco le sirve todo esto. La fuerza productiva de los hidrocarburos ya no es un argumento que sirva en la política local. Se ha hablado tanto de millones de dólares, sin que esto se traslade a lo cotidiano de la vida de los habitantes de la provincia, que nadie cree, ni siquiera escucha, cuando vienen generosas y auspiciosas palabras de ese lado. Hasta el MPN tomó nota de esta circunstancia antes que el propio gobierno. Desde las profundidades agitadas del organismo político de medio siglo de longevidad en el poder, se le dice al Gobernador que hay que ocuparse de resolver los problemas, ahora. En especial, el creado en las escuelas, un artificio execrable pergeñado entre el gobierno y el gremio.

Mientras, en el contexto, juegan otros sus cartas. El propio Gutiérrez alimentó, con presencia concreta, la posibilidad de que Ramón Rioseco tenga en poco tiempo más mucho más plata para seguir haciendo política desde la gestión de su hermano José, en Cutral Co. La concesión para una experiencia no convencional en el yacimiento El Mangrullo implica alimentar la caja del ENIM, el ente intermunicipal que administra ese yacimiento concedido a los municipios de Cutral Co y Huincul por el gobierno de Menem tras la pueblada de la década del ’90. Son más de 200 millones de dólares de inversión, perspectiva de más regalías municipales, y 15 millones de dólares de “bono” en efectivo. Objetivamente, se refuerza la caja de los Rioseco. ¿Es esta una movida respaldada por Gutiérrez procurando que el parlamentario del Mercosur no vaya con Quiroga en el 2019?

No se sabe, ni se sabrá. Pero es literalmente cierto que el MPN necesitará, el año próximo, que el escenario electoral sea lo más dividido posible, para tener la chance de la continuidad, y con ella, de administrar la revolución productiva que implica ya Vaca Muerta.

Rubén Boggi

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