Hay mucha agua (literal) entre el MPN y Cambiemos

7 febrero, 2018
Hay mucha agua (literal) entre el MPN y Cambiemos
epas conferencia
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El agua, en la política neuquina, corre con cierta turbidez. A veces escasea, y otras veces parece que aumentará su caudal, tanto, que puede llegar a tapar a los mismos políticos que juegan con ella. El agua, en Neuquén, divide campos. Entre el MPN y Cambiemos.

Esto se vio con extrema claridad este miércoles, en la conferencia de prensa político-técnica que el gobierno provincial ordenó y orquestó de tal manera que no pudiera fallar. Se ordenó que participara el jefe del bloque del MPN en el Deliberante, Alejandro Nicola (un pre-candidato a la intendencia). Y se bajó línea para acentuar las diferentes concepciones políticas, esas que separan a Omar Gutiérrez de Horacio Quiroga.

Se dijo allí que la tarifa del EPAS está subsidiada en un 70 por ciento. Que el valor “punto de equilibrio” del metro cúbico está en 9,13 pesos, y que se está cobrando 3,05 pesos. Que el índice de cobrabilidad ronda el 65 por ciento. Y que se busca financiamiento para colocar 25 mil medidores, aunque el universo es de 78 mil usuarios.

Esta es información que dio este miércoles el presidente del EPAS, Mauro Millán. Quiere decir, en términos políticos, que al EPAS no le preocupa recuperar lo que gasta, porque ese es precisamente el enfoque ideológico, el sustento político que el MPN ha reafirmado, en la gestión de Omar Gutiérrez, para oponer al “neoliberalismo de derecha” que fomenta presuntamente Cambiemos en la provincia.

Para el MPN-Gutiérrez, el agua (el EPAS, en consecuencia) debe ser subsidiada por el Estado. Si se colocan medidores, no es con afán recaudatorio, sino para hacer más justa la situación de los que gastan poco y de los que gastan mucha. Pues el dinero que se recauda no es determinante para la existencia del servicio, ni para las obras en las que se debe invertir, pues esa plata llegará de otro lado, de otra fuente de financiamiento.

Quiroga, se sabe, opina todo lo contrario: quiere que lo usuarios paguen la tarifa que corresponde, por el agua que consumen; y que las obras que se necesite hacer, se hagan con fondos que provienen de esa tarifa.

El MPN, pues, juega a fondo y con riesgo en esta situación. Se verá si acierta y queda a flote, o si erra y se hunde en las profundidades de esa misma agua que alimenta, por ahora, una de las polémicas más consolidadas de la historia política neuquina.

Rubén Boggi

 

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