El Estado sale de la parálisis trabajando contra reloj
Termina enero, y el Estado neuquino necesita salir de su parálisis administrativa. La decisión, no explicada ni justificada, de la curiosa situación que congeló la burocracia más allá de su eficiencia, se ilustraba en la noche del martes con una veintena de empleados de Hacienda que seguían trabajando cuando ya el sol había caído, en una larga jornada que había comenzado a las 8 de la mañana.
¿Qué hacen? Preguntó un sorprendido testigo con vinculaciones periodísticas. La respuesta, mascullada por whatsapp con cierto rencor informático, fue “estamos laburando para que salgan las estructuras”. El duro trabajo tenía todo que ver con el atraso premeditado en conformar las estructuras necesarias para los infinitos trámites que pasan por el laberinto estatal.
No se tienen noticias de que haya pasado algo parecido en el relojito que ha sido la administración del MPN, aceitada en más de 50 años de ejercicio, con lo que está pasando en estos días. Hubo que repasar la mega estructura del escalafón general contra reloj, a pocas horas de formalizar el primer pago de salarios del año, el correspondiente a enero.
La maratón laboral, contrastante con un tiempo en el que mucha gente suele estar de vacaciones, sacándose fotos en distendidos paisajes para subirlas a Instagram o Facebook, fue realmente llamativa. Tanto como la decisión política que la provocó.
