Negarse al test de alcoholemia saldrá muy caro
Por unanimidad se aprobó este jueves una modificación a la ordenanza 12.028, con respecto a las multas por alcoholemia para aquellos que se niegan a realizarse el test en un control de tránsito, que permitirá castigar aún en aquellos casos que el conductor se niegue a hacer el test.
Según explicó el concejal Francisco Baggio, autor de la iniciativa, “el test de alcoholemia se vuelve obligatorio, y aunque el conductor se rehúse a hacerlo, la norma prevé la aplicación de una multa equivalente al valor más alto de alcohol en sangre”.
La iniciativa surgió luego de casi un año de la implementación de la ordenanza “Alchohol Cero al volante” y como un paso más para evitar “ciertas avivadas de los conductores alcoholizados que hasta el momento veían más barato parar la multa mínima por negarse al test que la que surge de la real graduación alcohólica en sangre al momento del control”.
En su artículo 244 la ordenanza establece que la negativa a realizar la prueba de alcohol constituye falta, la que será sancionada con multa de 8401 a 12.000 módulos e inhabilitación para conducir. Esto equivale a unos 117.000 pesos según los valores actuales.
Según el concejal Fernando Schpoliansky, coautor de la propuesta, “la negación al test por parte del conductor presupone estado de ebriedad por lo que aplicarle la multa más alta es la sanción que vemos que mejor se encuadra para evitar especulaciones de los conductores”.
La ordenanza avalada modifica además las multas del artículo 245 para conductores de vehículos de transporte de personas y cargas, y del artículo 246 para conductores de todo tipo de vehículos, estableciendo una penalidad mayor para aquellos conductores habilitados para el traslado de personas, como ser transporte escolar, ambulancias, servicios de urgencia y transporte de cargas.
