El temporal dejó víctimas y desnudó falencias

El temporal de nieve pasó y dejó una secuela dividida en dos: polémica política por la responsabilidad del Estado; y conclusiones acerca del efecto concreto sobre el turismo, teniendo en cuenta en este aspecto que se pronostica otra tormenta para el próximo fin de semana.

La nieve precipitada, es cierto, fue superior a la de los últimos años. Tal vez este solo hecho no justifique todo. Es probable que haya problemas de infraestructura que resolver. Sobre todo si se pretende competir en turismo con otros centros de esquí, otros destinos con el producto nieve en su oferta.

Aquí, lo concreto es el fin de semana fue turísticamente desastroso, al punto que hubo una intendente, la del principal destino turístico de invierno en Neuquén, Brunilda Rebolledo, que arremetió con un contundente “no vengan”, el sábado, a los turistas. ¿Hasta dónde resonará ese “no vengan”, nacido del sentido común de constatar rutas intransitables, aeropuertos cerrados, cortes de luz y de agua, gente varada y enojada?

Hubo muertos. Hubo víctimas que seguían afectadas. Hubo la constatación fehaciente que entre la visión optimista y alejada de funcionarios retratados en sus escritorios mirando fotos y mapas, la realidad arrasó, como lo hiciera en 2014 en la capital neuquina.

Veamos algunas cosas concretas:

• Se registró una tragedia con una familia de Cutral Co. Padre e hija murieron por inhalar monóxido de carbono, surgido de una estufa a leña reconvertida para gas, con la salida al exterior tapada, en una cabaña de San Martín de los Andes.


• El sábado a la tarde una mujer falleció en un accidente en Piedra del Águila, quedando sus hijos de 10 y 14 años internados en Picún Leufú. El viernes había muerto otra mujer, en Picún Leufú.


• Un anciando, Doroteo Calfuqueo murió por pancreatitis, después de ser trasladado en helicóptero de Aucapan, a Junín y a Zapala en ambulancia. Otro, Ramón Lienan, murió por hipotermia, a la intemperie, en San Ignacio, cerca de Junín de los Andes.


• Junín y San Martín de los Andes, permanecieron sin luz casi por 40 horas, lo que podría resolverse con un equipo de emergencia o “reserva fría”, vieja promesa incumplida  por parte del EPEN, según insisten en señalar en esa ciudad cordillerana.


• Otras localidades como Pehuenia y Moquehue continuaban con inconvenientes, igual que algunos sectores de San Martín.  Como consecuencia de la falta de energía eléctrica,  algunos barrios se quedaron sin agua por falta de bombeo  También faltó combustible, los comercios más pequeños no pudieron funcionar, los más grandes lo hicieron mientras pudieron mantener el funcionamiento de los grupos generadores.


• La hotelería completa impidió que los turistas varados pudieran alojarse,  generando caos, y obligando a los municipios a buscar lugares opcionales como colegios, cuarteles y centros comunitarios. Esta situación se repitió en las localidades desde donde se impedía continuar viaje por el estado de las rutas: Piedra del Aguila, Zapala y Neuquén.


• Las 3300 plazas de la capital colapsaron y los hoteles de Centenario, Cipolletti, Plottier y hasta Senillosa estuvieron recibiendo visitantes. Este hecho generó un fuerte cruce entre la Asociación de Hoteleros de Neuquén, con los responsables de turismo de la provincia y del municipio.


• Otro tema fueron aeropuertos y terminales de ómnibus. Empresas de colectivos que enviaron micros, sobre todo con destino a Chile, y quedaron varados en Junín o Villa la Angostura, y aeropuertos inoperables porque a pesar de vivir del turismo invernal no están equipados para operar con nieve.