Calentura, pataleo, y enfriado final: todo por un acondicionador de aire

La compra de un equipo de acondicionador de aire le hizo subir la temperatura a un vecino de Cipolletti que, tras un largo peregrinar por las instancias de reclamos, consiguió que se lo cambiaran y que lo indemnizaran con 4 mil pesos.

Según informaron fuentes judiciales, todo comenzó allá por 2013 cuando el denunciante compró el equipo en la Casa Humberto Lucaioli SA y, como no funcionaba, reclamó y recibió la visita del servicio técnico.

Después, en una audiencia ante el Juzgado de Paz de esa ciudad, las partes manifestaron que el aparato había sido reparado. Pero a los pocos meses, el cliente volvió a presentarse en la Oficina Municipal de Información al Consumidor para denunciar que no andaba.

Dijeron esas fuentes, que el comercio le cambió el aire por otro que no era nuevo y que tampoco funcionaba. Pataleó y logró que se lo cambiaran por un Samsung nuevo que le permitió disfrutar del frío cuando ya habían pasado tres años y medio de aquella compra.

Resuelto eso, el cliente siguió adelante con su reclamo por los daños punitivos en virtud de no haberlo podido usar. En ese sentido, la jueza de Paz Gabriela Lapuente consideró que “los años de demora (…) obedecen a demoras atribuibles a ambas partes y no exclusivamente a la demandada Casa Humberto Lucaioli, quien a pesar de haber actuado con demora, siempre se mostró dispuesta a acercar al consumidor una solución”.

Así, condenó al comercio a abonarle la suma de 4 mil pesos. El comercio apeló, pero la jueza Civil de Cipolletti Soledad Peruzzi rechazó ese recurso.