Escándalo y agresión entre funcionario y enfermera
Una enfermera, embarazada, asegura que un funcionario provincial, con un familiar internado, la golpeó en medio de una situación de exaltación por cuestiones de atención al paciente. El funcionario dice que no la golpeó, aunque la situación existió.
El tema se ventila primero, como suele suceder en estos tiempos, en las redes sociales. La enfermera, Elena Briseño, publicó allí que había sido golpeada por Adrián Urrutia, director de Diversidad del gobierno de la provincia de Neuquén.
La enfermera habló con el programa Afilados, en AM 550, y dijo que Urrutia no solo la había golpeado –un puntapié- sino que le había dicho “te voy a sacar tu hijo a patadas”, en relación a su embarazo.
Urrutia habló después con el mismo programa. Dijo que “jamás” golpeó a nadie. Admitió que había tomado del brazo a la enfermera, porque se había interpuesto a su pretensión de salir de la habitación donde está su padre internado. “Ella se puso en la puerta, bloqueándola, y yo pasé”, dijo.
La enfermera presentó denuncia ante la Justicia. Dijo que había tenido “contracciones” después del episodio, y que tiene testigos para ofrecer. Urrutia dijo que también acudirá a la Justicia, porque no merece tal difamación.
Dijo que en el momento de la confrontación, ambos gritaron. Y que la enfermera Briseño le gritó “maricón”, entre otras cosas. Opinó que la clínica (Pasteur) debería tener gente preparada, calificada, se supone, de mejor manera.
Un episodio lamentable, que resuena porque uno de los protagonistas es actualmente funcionario público. ¿Lo esclarecerá la Justicia, o se llegará a un diálogo reparador antes?
