Gutiérrez asume, Quiroga se recarga

6 diciembre, 2015
Gutiérrez asume, Quiroga se recarga
nqn quiroga gutierrez firma acuerdo fiscal 9
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Omar Gutiérrez asumirá esta semana como gobernador de Neuquén, y encarará dos frentes de batalla inmediatos: el estrictamente político, que hace al desafío de una gestión que pretenderá renovar prácticas y métodos con activa presencia del Estado en hospitales, escuelas, barrios, clubes y demás focos de atención social; y el económico, relacionado con el primero pero con existencia propia, donde deberá batallar contra el excesivo gasto y los recursos adelgazados.

El  nuevo gobierno del MPN se concreta en un contexto de país que no se veía desde 1983. La expectativa ante la renovación de un gobierno nacional es impactante. El gobierno que se va, de Cristina Fernández, promete resistencia como si asumiera una derrota tras una batalla armada. El gobierno que llega, intenta deslizar medidas (¿antipáticas?) revistiéndolas de seriedad republicana, racionalidad económica, y gradualidad conveniente. “Si hay algo que aprendimos –dijo en estos días un hombre del palo macrista en Neuquén- es que no solo hay que hacer lo que se debe hacer, sino también tomar en cuenta el eventual daño o perjuicio que puede provocar en el pueblo, y sopesar esto con el beneficio”.

Gutiérrez prepara una estrategia de aplicación inmediata en este berenjenal convulsionante que es Neuquén, acuciada por los números y la creciente presión social que deviene de un Estado híper demandante, traducido en poderosos gremios acostumbrados ya a ir por el poder y no solo por la plata. Tiene una base y la posibilidad de un auxilio inesperado hasta hace apenas dos semanas. La base es el crédito de 115 millones de dólares, que tapará agujeros en el primer semestre del 2016. El auxilio sorprendente es el DNU de Cristina Fernández-Kicillof, que extendió a todas las provincias el fallo de la Corte restituyendo el 15 por ciento de la coparticipación retenida desde la década del ’90, en tiempos de privatizaciones y cambios del sistema previsional argentino. Los técnicos del gobierno calcularon esa eventual inyección entre 1.400 y 1.500 millones de pesos para el año próximo. Implicaría el equilibrio en el presupuesto proyectado, ya que se había estimado el déficit en 1.600 millones. Falta saber, claro, si se mantendrá el DNU. Falta saber también cuál será la paridad pesos-dólares que establecerá el nuevo gobierno.

No le preocupa a Gutiérrez ni a nadie en el MPN que se le acuse por la creciente deuda. “No sé de qué se sorprenden, si no estamos haciendo más que lo que ya fue aprobado por la Legislatura”, desafían desde el gobierno. Es que el préstamo del Credit Suisse forma parte de la autorización legislativa hasta 350 millones de dólares para nuevo endeudamiento. La única diferencia es que no se colocaron bonos, sino que se tomó directamente un crédito. A una tasa inferior a la que ha accedido el Estado nacional, se destaca con cierto orgullo. No preocupa el nivel de deuda. Más se ocupará el gobierno que asumirá el 10 de otras cuestiones domésticas a las que confiere mayor importancia. Por ejemplo, el déficit del ISSN. Allí sí podrá haber novedades, que intentarán consensuarse con los gremios: otra manera de seguir asegurando la “paz social” que ha pregonado Jorge Sapag hasta el último día. Los gremios son sensibles ante la posibilidad de ganar en participación en el poder. Habrá que estar atentos a esta circunstancia.

Mientras, en el gobierno capitalino, el que conduce Horacio Quiroga, hay un renacimiento de la confianza en la proyección política del jefe. A diferencia del Estado provincial, el principal municipio neuquino cuenta con un presupuesto equilibrado, que arroja en su proyección, incluso, un pequeño superávit. Ya sacaron los técnicos municipales cuentas de cuánto recibirían si se concreta lo del 15% de coparticipación federal extra. Serían unos 80 millones de pesos que podrían sumarse al cálculo de recursos. En el gobierno de Quiroga se entusiasman ante la coyuntura. Se sienten macristas de la primera hora, aunque esto no sea estrictamente cierto. Piensan en la influencia que podrán tener para cubrir cargos del Estado nacional que saldrán de esta región, con lo que se sumaría masa crítica para sus intereses políticos. Piensan en conseguir mayoría en la Legislatura, mediante una política de alianzas que ya está en marcha. Piensan en la solidez que –afirman- tiene el pacto con Ramón Rioseco, apuntado como una flecha hacia el futuro promisorio del 2019.

El nuevo escenario ya toma forma. Ya se pintan los últimos detalles, se prueba el telón, se encienden las primeras luces. Un previsible aire de grotesco trasmuta la pretendida heroicidad de quienes pasan a cuarteles de invierno. Argentina no da ya para aires de gloria impostada. La realidad llega, sin rimbombantes clarines, a paso firme y silencioso.

Rubén Boggi

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