Los roles de Sapag y Gutiérrez en la nueva etapa
Está mucho más claro el panorama político de Neuquén en medio del proceso de transición entre un gobierno y otro. Mientras Jorge Sapag cumplirá un rol de continuidad en los negocios petroleros que pueda concretar la provincia para su desarrollo, Omar Gutiérrez asumirá con mucha firmeza el rol de administrador del Estado, por un lado, y desarrollador de activas políticas sociales desde su autoridad gubernamental.
El encuentro de Gutiérrez con Mauricio Macri, el presidente que asumirá la administración del país el mismo día en que el neuquino asumirá su gestión provincial, permitió despejar, al menos hacia afuera del MPN, las dudas que podía haber acerca de la relación que habrá entre ambos gobiernos. En principio, será buena, con mucho diálogo, y búsqueda de consenso en los cambios que se producirán en el área energética que conducirá, con cierta autonomía, Juan José Aranguren.
Paralelamente, se puso en marcha un agresivo plan desde Neuquén para fomentar y promover más inversiones en gas y petróleo. Por eso, esta misma semana Jorge Sapag encabeza una misión a Estados Unidos, en la que se verá, acompañado por Alejandro Nicola y Alberto Saggese, de GyP, con los directivos principales de la Exxon Mobile, uno de los gigantes de la industria petrolera, con la que ya está asociada la estatal empresa neuquina.
Es que los planes de Macri le abren horizontes a Neuquén que en realidad estaban condicionados por las estrecheces provocadas por el sostén ideológico del relato kirchnerista. Neuquén, mientras el mismo Sapag proclamaba su respaldo al oficialismo y a Daniel Scioli, no dejaba de predicar lo que siempre formó parte del catecismo empresarial del MPN: abrir el juego lo más posible, a todas las empresas y a todos los países, bajo el convencimiento de que esa será la única manera de conseguir desarrollar Vaca Muerta.
Esta nueva y fulminante sintonía que se hace evidente, en función de la necesidad pero también de la oportunidad de la coyuntura, tendrá como estandarte la novedad que tenía in péctore el nuevo gobierno de Gutiérrez, que comenzó a mostrar sus intenciones renovadoras con el proyecto de ley de Ministerios. El énfasis puesto sobre un ministerio de la Ciudadanía, el hecho de resaltar la importancia ministerial de Educación, son apenas dos aspectos de lo que Gutiérrez pretende instrumentar. Un gobierno de verdad activo, trabajador, presente, abierto. No se trata de administrar elogios anticipados, sino de ver rápidamente características que se proclaman con ánimo de ser cumplidas, para edificar una gestión que no tendrá facilidades, sino exigencias y desafíos. Es importante entender esto para comprender rápidamente la singularidad de la coyuntura neuquina.
Así, a unos pocos días del cambio de gobierno, que será en Neuquén y será en el país, se acomodan rápidamente los melones. El carro se ha puesto en marcha.
Rubén Boggi
