Comentarios con la teoría de los tercios

15 abril, 2015
Comentarios con la teoría de los tercios

Ya en los últimos días de la campaña electoral, se acrecientan las especulaciones en el afán de anticipar resultados, como si la cercanía con la definición real aumentara ansiedades en lugar de reducirlas. Veamos algunos comentarios de las últimas horas:

El hombre, de la carpa chica de la política, sinceró resultados de una encuesta de Management & Fit, consultora encargada de suministrar datos al bunker donde maquina estrategias el candidato Horacio Quiroga. Según dijo, el candidato del MPN, Omar Gutiérrez, tiene una ventaja más o menos clara, con 31 puntos, sobre Ramón Rioseco, del Frente para la Victoria (26 puntos) y el propio Quiroga, impulsado por NCN, PRO y UCR, que tendría 25 puntos. La muestra, no obstante, arrojó otro dato que no puede separarse: 12 por ciento de indecisos. Los comentarios se dispararon, con caras un tanto impostadas que reflejaban algo así como “ya te lo había dicho”, o “ya sabíamos que pasaría esto”, pero lo cierto es que se abona la hipótesis inicial de la campaña, con el MPN como natural favorito y una encarnizada lucha por emparejarlo de las otras dos fuerzas, con predominio del kirchnerismo en el interior y de Quiroga en la capital. También hace presumir que las elecciones, como hace mucho que no pasaba, podrían dividir en tercios al electorado, produciendo (entre otros efectos) un reparto interesante de bancas en la futura Legislatura.

Desde el MPN se abona públicamente la posición de que a esta altura ya se puede afirmar la victoria propia, y que el misterio todavía pendiente es quién saldrá segundo y quién tercero. Más allá de que no deja de ser una incursión en cierta soberbia anticipada, y la soberbia siempre es mala consejera (el futuro no se escribe, el futuro no existe todavía), la actitud del MPN es comprensible en función de cómo suceden cosas que le allanan el camino. Por ejemplo, la desacertada oleada de bloqueos de ruta, promovida desde algunos sectores del propio kirchnerismo, y desde la versión más radicalizada de la izquierda vernácula. Los bloqueos de este miércoles, especialmente el realizado por los ceramistas en los accesos a la capital neuquina, resultaron en una relamida gustosa para los paladares negros emepenistas, ya que la causa objetiva fue una promesa no cumplida (por razones ajenas a su voluntad, es cierto) del candidato del Frente para la Victoria, Ramón Rioseco. “Sigan jugando todos para el MPN, muchachos”, se comentó en uno de los ámbitos de reunión de dirigentes gubernamentales.

Pero además, en los círculos políticos más esclarecidos (que no son muchos) la futura jornada del 26 se espera con la guardia alta y sin aflojar ningún nervio, porque hay una conciencia bastante convincente de que cualquier error de último momento puede alterar algún difuso humor social y provocar el vuelco del voto hacia el adversario. Entre las cosas que se comenta está el análisis más serio de los resultados locales. “No deben leerse mecánicamente, porque es posible que no repitan los porcentajes que dieron en los comicios para intendente. Puede haber variaciones, sobre todo en Zapala”, se dice, en alusión a las elecciones ya realizadas en Chos Malal y la ciudad del centro de la Provincia. Así las cosas, es evidente que nadie regalará nada, y que las campañas mantendrán la intensidad creciente hasta el último minuto del último día, antes de la veda y la vigilia de las urnas.

 

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