Apuntes inéditos de la crisis de las refinerías
Fin de semana con buen tiempo, aunque con un poco de viento, lo que obligó a realizar el encuentro gastronómico entre empresarios del sector energético con periodistas en un quincho cerrado del barrio Santa Genoveva. Veamos:
El anfitrión recibió a los comensales con facturas y quesos traídos de La Pampa, junto con algunos ahumados provenientes de la cordillera, a la vez que en el fuego de la parrilla, reposaba una olla con un humeante guiso de liebre, tradicional plato campero de La Pampa húmeda. Hubo vinos varios, aportados por los invitados, donde se destacaron, sin despreciar a los restantes, un par de botellas de un exquisito Rutini Cabernet Malbec 2008. Obviamente, toda la reunión estuvo dedicada a analizar en profundidad la convulsionada situación de la actividad petrolera en la región.
Mientras se saboreaba la entrada, se debatió sobre lo sucedido con la refinería Renesa perteneciente al Grupo Más Energía del empresario puntano Miguel Schvartzbaum, titular a la vez de Petrolera Argentina y que derivó en un paro de actividades de la industria hidrocarburífera decretado por el gremio de petroleros que conduce Guillermo Pereyra. El anfitrión resumió el cuadro de situación con el siguiente razonamiento: Renesa anuncia los despidos; YPF presenta un plan para el personal cesanteado; se concreta el paro de los petroleros; YPF reitera la oferta para con el personal; se lanza un paro de 48 horas de los petroleros; el ministro de Planificación, Julio de Vido amenaza con enviar a la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) a revisar los libros contables de Renesa para saber qué se hizo con los 182 millones de dólares que recibió la empresa a través del programa Refino Plus y que para el caso de irregularidades se harían las denuncias penales correspondientes; al día siguiente el sindicato acepta la oferta que hiciera YPF antes de la primera medida de fuerza, y se levanta el paro.
Uno de los presentes, conocedor del tema, hizo un poco de memoria al recordar el desembarco de Schvartzbaum en la región, y que fue presentado unos años después como empresario exitoso y audaz tanto por Pereyra como por el gobernador Jorge Sapag, dado que iba a producir el 8 por ciento de las naftas que se consumían en el país. Sin embargo, la destilería estuvo muy lejos de cumplir con las expectativas y con el argumento de preservar las fuentes de trabajo comenzó un juego de presiones entre los empresarios, el sindicalismo, los gobiernos provincial y nacional e YPF para lograr un salvataje.
El 3 de julio pasado cuando estaban anunciados los más de 70 despidos de la planta y ante la amenaza de un paro por parte del sindicato de petroleros privados, YPF dijo oficialmente que analizaba las posibilidades de acercar distintas soluciones para los cesanteados, con el objetivo de buscar una solución de empleo. La petrolera comandada por Miguel Galuccio fue más allá y golpeó en el corazón del grupo empresario al señalar que le compró todo el producto que puso a disposición a pesar del incumplimiento de la destilería en los compromisos de volumen y calidad de los productos contratados. Acotó que Renesa tiene el mismo régimen tributario que YPF y el resto de la industria refinadora del país.
Aclaró además que con relación al área la Amarga Chica, se asoció con Petrolera Argentina en el 2010, durante la gestión anterior, para un proyecto exploratorio, pero que ante los reiterados incumplimientos por parte de Petrolera Argentina de sus compromisos de inversión, YPF decidió comprar a su socia la parte porcentual que le correspondía. Es decir que Petrolera Argentina obtuvo 40 millones de dólares por su participación en un área antes de erogar dinero. Sin embargo, la empresa que preside Galuccio omitió decir que apenas se había concesionado el área ya le había comprado una participación del negocio a Petrolera Argentina por un monto que nunca trascendió, que nadie del gobierno ni de las empresas quiere decir, pero que algunos señalan que osciló en los 4 millones de dólares.
Ya con el guiso en la mesa –a esa altura ya todos desconfiaban en si realmente era liebre o conejo- otro de los comensales llevó más luz al tema al precisar que La Amarga Chica fue parte de la segunda ronda licitatoria que lanzó el gobierno provincial en noviembre del 2009 y fue otorgada en concesión a una UTE conformada por YPF, -en aquellos años aún en manos de Repsol- la empresa provincial Gas & Petróleo (10%) y Petrolera Argentina (44,10%). El contrato se firmó en junio del 2010. Sin embargo, el 19 de agosto del 2010, previo al pomposo anuncio del hallazgo de Vaca Muerta y apenas dos meses después de haberse conformado la UTE, Petrolera Argentina le transfirió a YPF el 24,10 por ciento de su participación en la sociedad. Nunca se supieron los motivos de esta operación ni porqué se asoció con esa área con alguien que no tenía ningún antecedente hidrocarburífero salvo el de despachar naftas. Después le vendió a YPF el 20 por ciento que le había quedado, por 40 millones de dólares.
Retomando el hilo del conflictivo proceso, el narrador indicó que el 23 de julio a las 20 comenzó el paro que no solo golpeó a YPF sino al resto de las operadoras y a las mismas arcas provinciales en concepto de regalías. Es decir más plata del Estado perdida en el conflicto alrededor de Más Energía. El mismo 24 de julio, con el paro vigente, Pereyra, a la hora de deslindar responsabilidades, decía que la empresa no ha sabido gestionar, y que el gobierno nacional es responsable de haber hecho un programa de Refino Plus y abandonarlo en el camino. Se coincidió en la mesa que el dirigente hizo una corrección del rumbo inicial, y que Schvartzbaum, de ser un exitoso y audaz empresario, pasó a ser un mal administrador. Otro de los comensales recordó que la mutual de petroleros privados había financiado a Renesa con un préstamo cuyo monto pocos conocen. Lo mismo hizo el Enim (Ente Intermunicipal de Cutral Co y Plaza Huincul que administra las regalías que produce el yacimiento El Mangrullo) que habría aportado unos 40 millones de pesos que se habrían convertido en una deuda cercana a los 56 millones de pesos. A esto se le debe adicionar un monto que nadie sabe precisar por parte del IADEP (Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo).
El anfitrión alertó que no debía olvidarse que Pereyra le había pedido a Galuccio que, como solución salomónica, compre Renesa. De esta forma, la nacionalizada petrolera se haría cargo de un pasivo que muy pocos conocen y de paso, se dijo, le permitiría a más de uno lavar culpas. A esa altura de la noche, y ya sin guiso, se salteó el postre y se pasó directamente al Jack Daniel’s para no perder detalles de la cronología de los hechos. El relato pasó al día clave del 28 de julio. Esa tarde, y horas antes de ser internado, el ministro De Vido salió al ruedo y aclaró que no se había modificado ninguna de las condiciones en que fue otorgado el beneficio del Refino Plus por lo que se por iba a solicitar el apoyo a la Sigen para realizar una auditoría sobre la totalidad de esos incentivos que ascendían a unos 182 millones de dólares para verificar cómo fueron aplicados por la empresa y en caso de corresponder formular las denuncias penales correspondientes.
“Al otro día, el 29 de julio se anunció la paz” sentenció el comensal para cerrar el relato. Sin embargo, el gran interrogante de todos, más allá del silencio de Sapag ante esto, fue ¿dónde están los más de 226 millones de dólares que percibió la empresa por distintos conceptos, más los préstamos en pesos por parte del IADEP, de la mutual de petroleros y del Enim? Se coincidió en que se deberían deslindar responsabilidades teniendo en cuanta que hay muchos fondos públicos en juego. Y además que la Sigen debería desembarcar si o si, aunque la empresa cierre, dado que no se debería repetir lo que sucedió con Iquipa.
Ante la duda generada entre los presentes ante esa reflexión, otro de los invitados acotó que la refinadora Iquipa, que era conducida por el empresario Ricardo Miyazono –cuyas instalaciones hoy ocupa el Grupo de Schvartzbaum- fue investigada y denunciada ante el tribunal federal que conducía Guillermo Labate por la AFIP por el manejo irregular de combustibles libre del Impuesto a la Transferencia a los Combustibles, más conocido por su sigla ITC, que representaba luna evasión con un monto superior al affaire IBM-Banco Nación. El comensal explicó que en esa época, la regional de la AFIP que estaba a cargo del contador Guillermo De Rosa había realizado una precisa investigación -a la cabeza estaba el contador Juan Bossio- para poder determinar el ilícito. Acotó que, como muchas cosas en este país, la causa quedó en la nada.
Ya con el amigo Jack en las manos, y dado que no hubo postre, el anfitrión convidó a los presentes unos Romeo y Julieta. Con el inconfundible aroma de un buen habano, otro de los asistentes preguntó si alguien había visto volar o posarse en algún yacimiento al LV-AXO, el avión que compró en algo más de 2,4 millones de dólares la energética neuquina Gas y Petróleo. Acotó que se trata de un Beechcraft modelo King Air B200, del año 2004, con base en Neuquén, que estaba en manos de la firma Elair SA. Nadie supo dar una respuesta cierta.
Como de la empresa provincial se hablaba se indicó que ahora la energética tiene aprobado por el directorio un organigrama que la posiciona en las ligas mayores entre las petroleras. La empresa tiene una estructura burocrática similar a la de cualquier petrolera con perfil internacional. Se admitió que tiene un potencial de activos en acres, más los fondos que tiene la Fundación Alejandría –parte de ellos invertidos en títulos provinciales, con dudoso rendimiento con respecto a otras opciones financieras del mercado, es decir tomando lo que se llama en economía el costo de oportunidad- y el terreno en Los Canales de Plottier, que fuera donado para instalar el Centro de Investigación de No Convencionales, donde por ahora no se ha pegado un ladrillo.
