Espejitos, un parto y mucho petróleo

[caption id="attachment_29193" align="alignleft" width="236"] Oscar Smoljan y Baltasar Garzón, entre mondongo y los espejitos (foto gentileza).[/caption]

El Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén convocó a buena parte de la aristocracia de la shale-política el martes, cuando se realizó el debate organizado por el diario Río Negro sobre el futuro energético, con Vaca Muerta como protagonista. Se dijeron muchas cosas interesantes, y no todo fue gas y petróleo. Veamos:

El director del MNBA, Oscar Smoljan, aprovechó por ejemplo para comentar la charla que tuvo con Baltasar Garzón, el jurista internacional que tanta influencia tuvo en Argentina con los casos de crímenes de lesa humanidad. Smoljan lo paseó por la muestra de Mondongo, que ha tenido una notable repercusión en Neuquén. Y aprovechó para contarle a Garzón, un ardiente republicano, la historia de cómo el grupo fue contratado para hacer el retrato de la familia real española. El retrato fue realizado con espejitos de colores. A cambio, los artistas recibieron una considerable remuneración en Euros. “Garzón se rió mucho, porque se revirtió la historia: antes, ellos nos daban los espejitos, y nosotros la riqueza”, apuntó Smoljan.

En el debate que organizó el diario Río Negro, que fue presentado por su nuevo director, Aleardo Laría, no estuvo Juan José Aranguren, el CEO de la empresa Shell en Argentina. Laría explicó que Aranguren había acudido a la cita, pero tuvo que volverse abruptamente a Buenos Aires porque su hija estaba a punto de dar a luz. “Le avisaron que su hija había roto bolsa”, dijo Laría, haciendo un notable ejercicio de economía de palabras para explicar lo ocurrido, y dejando en la inteligencia de la audiencia la comprensión cabal de lo ocurrido. La austeridad, en las empresas periodísticas, se impone en las actuales circunstancias, como bien saben sus empleados, al verificar la dura negociación salarial, sin acuerdo todavía, que se ha planteado entre FATPREN y la representación empresaria ADIRA.

A Nicolás Gadano se lo vio muy relajado, a tal punto que no tuvo problemas en comenzar su disertación explicando que sí es asesor de YPF y también de la senadora Lucila Crexell. Como para que no hubiera “malentendidos”, dijo, conciente de que los fluctuantes opinantes políticos habían utilizado sus relaciones laborales para menospreciar sus argumentaciones. Gadano, economista, escribió un libro que ha adquirido prestigio entre los expertos, Historia del Petróleo Argentino.  Está en el equipo que trabaja activamente para adecuar la legislación nacional a los nuevos tiempos de la industria. Puso mucho énfasis en que lo más importante del momento es garantizar inversiones, mucho más ante el desafío de los no convencionales, que exigen mayor inversión con más tiempo de recupero de lo invertido. Aceptó que con precios bajos “es imposible” hacer sustentable la explotación. Y se manifestó, obviamente, totalmente a favor de una nueva ley de hidrocarburos, que en realidad, sería la primera, ya que la vigente es en realidad decreto de una dictadura, de las tantas que tuvo Argentina.

Daniel Montamat, viejo conocido de Neuquén porque además de haber protagonizado cargos en YPF y en la Secretaría de Energía, trabajó para la provincia con su consultora Montamat y Asociados, demostró que es un brillante expositor, con conceptos explicados muy claramente. Fue muy interesante su abordaje de la importancia que tiene la renta en el negocio del petróleo, y cómo en Argentina la renta de las empresas se redujo en los 10 años de kirchnerismo, del 30 al 8 por ciento. Esto implicó una consecuencia inevitable: dejaron de invertir, no de ganar. Por lo tanto, el que se perjudicó fue el país. Sostuvo Montamat que YPF “tiene que compartir” el mercado argentino con otras empresas, privadas y provinciales, con lo que le dio una manito a Sapag. Se manifestó además convencido de que hay que despejar, de una vez por todas, el horizonte de precios: para el petróleo, sostuvo que en el caso del petróleo el precio debe ser el de referencia internacional, y que para el caso del gas hay que fijar un precio mayorista, único, regulable y ajustable.

El panel de debate fue presentado por el intendente capitalino, Horacio Quiroga, y entre los presentes en el auditorio estaba quien es principal asesor en temas petroleros, el ingeniero Ruben Etcheverry, quien fue funcionario de ENARSA y presidente de G&P en los inicios de la empresa petrolera provincial. Etcheverry se transformó en un duro crítico de las políticas energéticas concretadas por el gobierno de Jorge Sapag, y hasta fue candidato a diputado por Nuevo Compromiso Neuquino, el partido fundado por Quiroga. El gobernador Jorge Sapag, en su disertación, lo nombró un par de veces a Etcheverry, y contó la historia de cómo empezó G&P, cuando se desató la última fuerte crisis del país en 2008-2009, y unos 3.000 trabajadores petroleros se quedaban sin trabajo. El gobierno de Sapag, junto a quien hoy es otro adversario, el sindicalista Guillermo Pereyra, trabajó para "levantar" equipos y mantener esas fuentes laborales. Tenían que reactivar 10 equipos, y llegaban a 9 y de ahí no pasaban. Entonces se ofreció un yacimiento a ENARSA, en asociación con G&P, y ese fue el décimo equipo. Otros tiempos, otras circunstancias, otra discusión, con los mismos protagonistas, ahora cada quien en un lugar político distinto.