De la Sota, Quiroga, y en unos días ¿Massa?

12 mayo, 2014
De la Sota, Quiroga, y en unos días ¿Massa?

[caption id="attachment_28612" align="alignleft" width="266"]Quiroga y De la Sota intercambiaron presentes en el despacho del Intendente, entre risas, bromas, y críticas al kirchnerismo (foto diariamente). Quiroga y De la Sota intercambiaron presentes en el despacho del Intendente, entre risas, bromas, y críticas al kirchnerismo (foto diariamente).[/caption]

Inusual revuelo político hubo el lunes a la tarde en las semidesiertas oficinas de la Municipalidad de Neuquén, cuando llegó al edificio la comitiva cordobesa encabezada por José Manuel De la Sota, una avanzada político-empresarial que intenta concretar algunos negocios fundados en la enorme expectativa creada por el shale de Vaca Muerta. Veamos algo de lo que se dijo:

De la Sota llegó con atraso al aeropuerto neuquino, así que el intendente Horacio Quiroga bajó a recibirlo, en la entrada del Municipio, pasadas las 18. Después de tomarse, junto a sus laderos,  un café a solas con el intendente y algunos de sus funcionarios, se abrieron las puertas del despacho para la paciente prensa que esperaba. Quiroga y De la Sota se prodigaron muestras de afecto y regalos institucionales. El neuquino se quedó con una réplica en miniatura de una iglesia de las misiones jesuíticas, y un libro de fotografías acerca del mismo tema, muy en boga por ser el Papa Francisco de esa orden religiosa, y haber estado un tiempo en Córdoba. De la Sota desplegó charme a diestra y siniestra, ataviado con un impecable traje y luciendo el buen humor habitual de quienes se saben seguros de pisar tierra anti-K. Admitió que se siente presidenciable pero no dentro del esquema actual del PJ, y denostó fuerte contra el “gobierno que está en retirada”. Dijo que el manejo económico era muy malo, y que la conjunción de inflación y tasas altas producen una seria caída en los empleos, como se ve efectivamente en la industrial Córdoba. “En este país tenemos un problema, que es que somos muy chicos para ser grandes, y muy grandes para ser chicos”, acotó, con humor mediterráneo.

En el salón de los acuerdos, al lado del despacho del intendente, aguardaba mientras tanto el ingeniero Ruben Etcheverry, encargado de ilustrar a la comitiva empresaria visitante de los detalles de situación en Vaca Muerta, la gran atracción y motivo principal del viaje. Quiroga reveló que hace un año y medio que se viene trabajando con los cordobeses en las posibilidades de inversión y complementación tecnológica. Obviamente, tanto Quiroga como De la Sota confluyeron en criticar la ausencia de un real federalismo en el gobierno de Cristina Fernández. “Es el gobierno más unitario que ha tenido la Argentina, el de los Kirchner”, dijo el gobernador cordobés. Habló bien, en cambio, de Daniel Scioli y de Sergio Massa. “Con ellos dialogo permanentemente”, dijo. ¿Y con Cristina? Se le preguntó. “Lo he intentado. Pero es un diálogo de ida, solamente”, disparó.

Mientras se esperaba por De la Sota, ya que los periodistas habían sido citados a las 17,30 y algunos de ellos son puntuales, pese a ser traicionados en esa puntualidad habitualmente por la mayoría de los políticos, se habló de muchas cosas. Entre ellas, se reveló que en un par de días más el intendente Quiroga se reuniría con Sergio Massa, para concretar el encuentro que se estuvo anunciando en varias oportunidades, todas ellas fallidas. “Será el jueves, en Tigre”, se deslizó en un murmullo en medio del pasillo del segundo piso del Municipio.

Durante la espera, salió al pasillo el propio Quiroga, muy distendido para contar que había estado en familia, con sus nietos más pequeños, en Villa la Angostura. “Es lo más lindo que hay”, describió sobre el encuentro familiar, al tiempo que reveló que consiguió que su nieto comenzara a andar en bicicleta “sin las rueditas”, un paso importante para cualquier ser humano que pretenda ser adulto algún día. “Y ahora…venís acá y te encontrás con Indalo”, le disparó un veterano periodista, como para crear un contra-clima. Allí, el Intendente se despachó con los cambios que asegura concretará en el servicio, y en particular, con la idea del metro bus. Quiere hacer dos trochitas, una de ida y otra de vuelta, a los costados de las vías del ferrocarril que cruzan la capital. Quiroga asegura que ya están en marcha las negociaciones con el Estado nacional por ese tema. También piensa en “volar” los bulevares de avenidas troncales, y meter allí otra vía para que circule el transporte público modalidad metro. Está convencido que hay que meter mano drásticamente en el tema del transporte y la congestión vehicular neuquina, porque nada podrá arreglarse con los sistemas implementados hasta ahora.

  

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