Dos tipos con calor y sin nada que hacer

[caption id="attachment_16527" align="alignleft" width="266"] Buscaron consuelo en un bar....y hablaron.[/caption]

El tipo ya no daba más del calor, y se metió de cabeza en un boliche con aire acondicionado a mandarse una cervecita al buche. En esos menesteres lo encontró otro, amigo, o conocido, de esos que andan medio al pedo y que se prestan a la charla fácil.

Verlo y sentarse a su lado a la mesa del bar fue una sola cosa. Así que empezaron a hablar de bueyes perdidos y de cervezas más o menos frías, porque como se sabe, en los días de más calor, en los que uno desearía sentir el hielo en la garganta, es cuando menos frías te sirven las bebidas.

-          Qué querés. Si tenemos suerte de que haya corriente acá, que no se haya cortado. Viste que CALF empezó a hacer cortes rotativos…-dijo uno.

-          Sí, es lo que pasa siempre en este país de mierda. Cuando hace mucho calor, te avisan que tenés que “racionalizar” el uso de los artefactos que te ayudan a refrescar el ambiente. Y cuando hace mucho frío, te avisan que mejor gastés poco gas, para contribuir a la solidaridad nacional…me tienen podrido- dijo el otro.

-          Son cuestiones que nos distinguen de la civilización. Fijate, por ejemplo, que en Estados Unidos filman una película sobre el presidente Abraham Lincoln, es un éxito de público y la nominan para 12 premios Oscar. Acá filmaron una sobre la vida de Néstor y no la fue a ver ni el gato- dijo uno.

-          Seee…tenemos nuestras particularidades. Estaba leyendo que el Coliseo romano, en la época de pleno uso, cuando masacraban a los cristianos tirándoselos a los leones, estaba pintado de todos los colores y hasta tenía graffitis…casi igual que el anfiteatro de acá del Parque Central…la diferencia está en que uno era exitoso, y el otro no…-dijo el otro.

-          Bueno, pero Nerones tenemos unos cuantos- quiso enmendar el uno.

-          Sí, y las ciudades se prenden fuego solas, no hace falta que nadie las incendie- acotó el otro.

-          ¿La escuchaste a Cristina?- preguntó uno.

-          ¿Cuándo? Preguntó el otro.

-          Cuando anunció lo de los trenes…-dijo uno.

-          Está bueno…sí la escuché…van a tener televisión y todo…aunque igual seguiremos lejos de los trenes del primer mundo…-dijo el otro.

-          Bué…seguiremos dijo el mosquito…si acá no tenemos trenes, el único que pasa va a 10 kilómetros por hora y transporta cascotes…-dijo uno.

-          No sé….vos porque sos un cipayo antikirchnerista- dijo el otro.

-          Sí, claro- dijo uno.

-          ¿Nos tomamos otra cervecita?- preguntó el otro.

-          Y dale…porque en esto sí que no nos gana nadie…qué cerveza, ¿eh?- dijo uno.