El espíritu de una mala ordenanza

[caption id="attachment_12949" align="alignleft" width="300"] Bermúdez, durante la reunión con los concejales (foto: prensa municipal)[/caption]

Cuando se sancionan leyes u ordenanzas confusas se abre el espacio para las interpretaciones y las polémicas. Unos dicen que hay acciones o decisiones políticas que las violan; otros sostienen todo lo contrario.

Y cuando hay una ausencia de redacción clara o explícita hay quienes hasta hablan del “espíritu” de la norma, es decir, lo que se quiso redactar, pero por alguna razón no se redactó.

Lo que ocurrió con la emergencia ambiental de Rincón de Emilio, sancionada en el Concejo Deliberante hace pocos meses, fue eso: una ordenanza que quedó a mitad de camino y que se aprobó ante la preocupación de un grupo de vecinos del barrio y las urgencias del caso.

El texto redactado habla de generalidades, pero no de limitaciones o avales para loteos o construcciones. El decreto municipal que autoriza un loteo privado no hizo otra cosa que disparar la polémica que ahora terminó en la Justicia.

Este miércoles los concejales de las comisiones de Obras Públicas y Ecología del Concejo Deliberante de Neuquén recibieron al secretario de Coordinación de la Municipalidad, Marcelo Bermúdez para analizar el tema.

Durante la reunión hubo fuertes discusiones y chicanas políticas, pero se avanzó en algo concreto: se analizarán una serie de modificaciones al proyecto para evitar que el barrio colapse ante el enorme crecimiento poblacional que en la actualidad va más rápido que las inversiones en obras de saneamiento que necesita el lugar.

Los concejales analizarán las atribuciones de la comisión técnica creada por la citada ordenanza y se determinará si en esta u otra norma se establece la modificación del uso del suelo para disminuir el crecimiento de la densidad poblacional en el barrio.

Intentarán de esta manera salvar los errores de la norma sancionada, buscar los consensos necesarios y atender las necesidades de la emergencia ambiental.

Habrá que ver si el nuevo texto tiene una redacción más explícita para evitar interpretaciones, polémicas y hasta invocaciones de espíritus.