El colmo es que los ginecólogos se queden sin trabajo

Malena Pichot es comediante argentina. Recuerdo cuando empezaron a viralizarse sus videos en el 2008 con “La Loca de Mierda”. Era completamente una revolución, en aquel momento, y nos gustaba mucho.

Sin embargo, ahora no puedo soportar muchas de sus declaraciones. Se autodenomina feminista y, casi siempre, genera polémica con sus dichos. No cuestiono su manera de hablar, ya que considero que somos libres de hacerlo como queramos. Pero, bajo ningún punto de vista, puedo comprender la cantidad de “gansadas” que una figura “pública” pretende transmitir.

A través de Twitter, expresó: “¿Te atendés con un ginecólogo hombre? ¿En serio? ¿Posta? ¿En serio? No, dale. ¿Posta? Todas las explicaciones de por qué se atienden con un varón ya me están dando ganas de vomitar. Besis”.

Enseguida, se acumularon respuestas, como la de una seguidora que le dijo que no todas las mujeres podían elegir con quién atenderse, entre otros ejemplos. Pichot le respondió: “¡Sí, imbécil! Quizás hay gente que ni siquiera puede ir al médico. Si empezás a ofenderte por variables que no están en mi tuit, no terminás más de sufrir, cariño”.

Ahora, espero que puedan entender el mensaje que hace tanto tiempo quiero darles: esto no es feminismo. Esto es violencia e ignorancia por parte de alguien que expresa libremente su pensamiento, sin tener, tal vez, la responsabilidad que debería. El problema no son los hombres que estudian para ser ginecólogos. ¿En qué cabeza entra una idea de esa magnitud?

Con respecto al tema, uno de sus últimos tweets expresaba: “Básicamente dije que prefiero profesionales mujeres para mi vagina y mi mente… ¡y lo que han llorado. Así, todas impactadas porque alguien prefiere que su profesional sea mujer, no derribamos al patriarcado, hermana”.

Argentina, país generoso. Generosísimo diría yo. Hubiera sido clarísimo, si la idea se hubiera expresado de esa última forma. Muchos podrían haber coincidido, o no. Mientras tanto, seguimos teniendo violentos ignorantes como referentes en este país.

Sofía Seirgalea