La TV Pública y Canal Encuentro, en serio

18 agosto, 2018
La TV Pública y Canal Encuentro, en serio
hebe de bonafini
hebe de bonafini

 

Especial por Hilda López.- Día de paréntesis semanal. El sol entra por la ventana y la fiaca despierta a duras penas a mi lado. La sacudo y responde con un bostezo mal habido. No le doy importancia. La fiaca es así y la acepto, total anda por todos lados como si nada.

El televisor apagado hace 48 horas reclama desde el botón rojo que mira sobre la orilla de la cama que lo ponga en marcha. Hay muchos dólares esperando, varios presos, y las noticias sangrando al costado del Riachuelo.

De pronto, ¡aparece la Televisión Pública! y me quedo quieta ante la figura de Hebe, que de tan conocida ni apellido le hace falta, es la única Hebe del país. Envuelta en abrigos negros y su pañuelo blanco habla sobre Milagros Sala, la olvidada, y sobre un Juez bueno y sobre todo aquello que nos pasa ante un auditorio que la aplaude y a quien me sumo en silencio.

Sí, digo: ¡Hebe en un programa que se llama Madres de Plaza de Mayo 2018, con una producción prolija, con nombres y apellidos del equipo y esas cosas que se hace para hacer un programa serio en la Televisión Pública!

Pienso, entre la búsqueda de mis zapatillas y algo para tapar algo y ponerme de pié, que la TV Pública en este espacio y este momento, está haciendo lo que tiene que hacer: mostrarnos. Porque para algo se le llama "pública". ¡Bien ahí!

Ya en pié detrás del sueño de una tostada y un café, giro la cabeza para buscar otra imagen que me aliente a abordar el día, como ya estaba ocurriendo. Grande fue mi alegría al ver el rostro de Alfredo Olivera, el creador de Radio La Colifata, en el programa que el Canal Encuentro hace en el Borda.

Una ronda de pacientes frente a Olivera, habla sobre la amistad, tema que en este espacio sobre filosofía, el creador llama "filosa". Así es, una avalancha de ideas y opiniones me ponen en el planeta que(por obvias razones de la rutina) no lo visito cotidianamente, el planeta del pensar y sentir.

Un programa excelente, bien producido, sin golpes bajos, con la inteligencia a pleno de aquellos que encontraron el refugio que la sociedad creó para "los locos". Nadie se animaría a confirmar que esto sea así. Escucharlos es entender que los locos están afuera.

En fin: así comienza mi sábado. Habrá reuniones, amigos, brindis, lectura, música, silencios. La vida, donde nadie es dueño de la verdad y que en la búsqueda de ella (la tramposa) uno se puede encontrar con sacudones para el espíritu y la cabeza. Después de todo, los humanos hemos inventado las mejores y peores maneras de encontrarnos, y hasta ahora, parece ser que hay que seguir.

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