Diferencias entre el MPN y Cambiemos, desde un enfoque sindical

14 agosto, 2018
Diferencias entre el MPN y Cambiemos, desde un enfoque sindical
quiroga-baudino
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La relación de los sindicatos estatales con los gobiernos es, en Neuquén, muy importante, y a veces determinante para juzgar el desempeño de las gestiones: en la presente coyuntura, es notorio que el gobierno de Omar Gutiérrez consolidó por un lado su relación con el gremio ATE y mantuvo la cordialidad con el resto; mientras que su contracara política, el gobierno capitalino de Horacio Quiroga, atraviesa una ola de turbulencia más o menos controlada con el gremio municipal Sitramune.

Si se enfoca el tema desde la coyuntura, que apunta a lo electoral, parece posible que el MPN gobernante llegue a la instancia de comicios con cierto respaldo sindical, obtenido en función de gruesas concesiones económicas (que no son de ahora, pero se mantienen e incluso se incrementan) y en función de la tirria que le despierta a la CTA todo lo que tiene que ver con Cambiemos, en el caso local, con el quiroguismo y su ideología reticente a las corporaciones.

Cambiemos, por el contrario, es posible que llegue a los comicios levantando el ejemplo de todo lo contrario: un modelo de gobierno sustentado en el freno a los excesos del sindicalismo criollo. Y tiene números actuales para demostrarlo, según pudo confirmar este diario en la documentación que guarda la subsecretaría de Recursos Humanos del Municipio.

Lo que muestra esa documentación es que el gremio Sitramune perdió aproximadamente el 35 por ciento de afiliados, este año: pasó de casi 1.500 que tenía el año pasado, a poco más de 960 que tiene ahora. Es obvio concluir que esa mengua socava tanto el poder de representación de los conducidos por Santiago Baudino, como la cuestión clave de cualquier sindicato, que es su poder económico a partir de los recursos que genera el aporte de sus afiliados.

Esto es también interesante cruzarlo con decisiones políticas de los gobiernos que se enfrentan en cuanto a modelos se refiere. Así como el de Gutiérrez fomentó el poder sindical de los conducidos por Carlos Quintriqueo, con medidas como la actualización salarial automática por inflación, la participación activa en planes de viviendas, y otras cuestiones de administración del Estado; el de Horacio Quiroga aplicó firmeza en momentos clave que coincidieron con la pérdida de poder sindical, como fue el conflicto por  las 33 contratadas despedidas, donde el gremio primero respaldó con fuerza, y después se fue retirando a partir de no contar con el apoyo de las bases que, tal vez, esperaba.

Es un dato interesante a tener en cuenta en la coyuntura: el MPN y Cambiemos se diferencian en muchas cosas, y una de ellas no es menor, sino que tiene que ver con la profunda influencia sindical que ha distinguido hasta ahora la cultura política neuquina.

 

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