Quieren el tren de verdad, o no? Esa es la cuestión

El pedido de siete intendentes rionegrinos, aparentemente liderados por el de Cipolletti, Aníbal Tortoriello, para que el renacimiento del tren de cargas (con el proyecto a Vaca Muerta) traslade sus vías a la barda, sin usar las actuales trazas férreas, ha causado por igual inquietud e incluso indignación.

Según parece, e informara al respecto el diario Río Negro, participaron de la movida opositora al proyecto tal cual está los intendentes de Cipolletti, Villa Regina, Cinco Saltos, Mainqué, Campo Grande, Godoy y Chichinales.

Estos intendentes advirtieron a Nación que en Río Negro las comunas no delegaron el poder de control ambiental y remarcaron que “todo emprendimiento presumible de impacto deberá presentar el correspondiente estudio a los efectos de su evaluación y dictado de la resolución ambiental autorizando, condicionando o negando la ejecución de la obra”.

Concretamente, sugieren construir vías nuevas que vayan por la barda. Esto, a pesar de dos factores concretos e innegables: que el tren siempre pasó por donde pasó, con cargas que nunca nadie se preocupó en verificar en cuanto a su “impacto ambiental”; y que los mismos intendentes han clamado, junto al conjunto de la población, por el retorno del servicio completo del tren a la región, algo que ahora podría concretarse precisamente gracias al empuje inversor de Vaca Muerta.

En la industria, rápidamente se recordó el perjuicio, nunca recuperado, que sufrió Ferrosur cuando, ya cerrado el trato con YPF para trasladar metanol desde Plaza Huincul, una acción de amparo judicial interpuesta por intendentes de la provincia de Buenos Aires, “congeló” ese emprendimiento por muchos años, a tal punto que finalmente fue desechado, pese a que se había hecho ya la inversión para el traslado seguro del combustible.

Hoy, el metanol se transporta en camiones, lo que constituye un peligro igual o peor que si se lo hiciera en tren.

Que el reclamo para cambiar las vías ante el presunto perjuicio a futuro, esté liderado por un empresario del transporte en camiones, como es el intendente Tortoriello, solo le agrega más preocupación al tema.