Un inédito paro ideológico al que no se adhiere ATEN provincial
La idea de que los gremios están para adoptar y defender posiciones ideológicas o políticas tendrá este miércoles, en Argentina y también en Neuquén, un día de apología exacerbada, cuando algunos sindicatos agrupados en la CTA se sumen a organizaciones sociales y políticas para protagonizar un paro en defensa de la legalización del aborto.
No le saldrá barato a las organizaciones auspiciantes, como es el caso de ATE Neuquén. El gremio está atravesado por la misma contradicción que alberga la sociedad entera respecto del tema: hay muchos que están a favor del libre aborto; y otros muchos que no. No se sabe con exactitud cuál de los dos grandes grupos representa la mayoría. Pero sí, a través de la inmediata reacción en las redes sociales, que el oficialismo neuquino de ATE pagará un costo por la decisión de marchar con un paro, y declarar un “conflicto” que tiene poco y nada de laboral, y mucho de ideológico.
No es ideología lo que se discute en el ministerio de Trabajo, por lo que la comunicación sindical solo puede jugar de una manera: en contra del propio sindicato, sumando antecedentes negativos ante un futuro que se prevé mucho más estricto en el cumplimiento de las leyes, obligaciones y derechos.
El tema divide más allá del cálculo. También al sindicalismo. De hecho, la comisión directiva de ATEN, el gremio docente, se negó a plegarse al paro. Renació así la interna en ese gremio, con la seccional capital y otras, que sí se plegaron a la medida de fuerza y la movilización convocada por la CTA.
